La mayoría de nosotros estamos acostumbrados a resolver las situaciones que se nos presentan en una determinada dirección y a dar por obvio aquello que no lo es.
El término "pensamiento lateral" fue concebido por Edwar de Bono para describir un tipo de pensamiento distinto al convencional o lógico. En el pensamiento convencional (o vertical), avanzamos a lo largo de líneas familiares usando experiencias y suposiciones que parten de situaciones similares. Nos apoyamos en la lógica y las suposiciones que empleamos antes. Utilizamos un enfoque lógico y racional.
Sin embargo, a veces este proceso deja de sernos útil. Se nos presentan límites que sólo podemos superar dejando de lado nuestras suposiciones básicas y enfocando el problema desde un ángulo completamente nuevo, por ejemplo, mediante el pensamiento lateral.
El momento actual en el que nos encontramos nos invita a salir fuera de nuestro pensamiento habitual, a ser creativos, a pensar en grande y a convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos. Puede que lo que hasta ahora nos haya sido de utilidad, ya no sea efectivo.
Esta semana os invito a desprendernos de nuestros patrones habituales de pensamiento para encontrar solución a aquellos problemas que nos están restando energía. Piensa que siempre hay una solución, así que si no la estás encontrando, puede ser que no estés mirando en la dirección adecuada. Hazte esta pregunta: si existiese una solución, para el mayor bien de todos, los implicados, a esta situación y en este momento, ¿cual sería? Asumir como dicen los budistas que la solución existe y que lo único que tengo es que recordarla, abre nuestra mente a nuevas oportunidades y soluciones.
Para ilustrar y aproximarnos al concepto de pensamiento lateral, voy a compartir contigo algunos acertijos de pensamiento lateral:
1. Dos latas de agua. Tenemos dos latas llenas de agua y un gran recipiente vacío. ¿Hay alguna manera de poner toda el agua dentro del recipiente grande de manera que luego se pueda distinguir que agua salió de cada lata?
2. El carnet de conducir. Una joven sale con prisa para encontrarse con unos amigos y se olvida el carnet de conducir en casa. Una vez en la calle no se detiene en el semáforo rojo y continúa por una calle de dirección prohibida. Mientras, un policía de tráfico observa todas estas maniobras sin hacer el menor intento de impedírselo o pararla. ¿Por qué?
3. Pregunta del millón. Si te despertaras una mañana en un sitio donde no conoces a nadie y sólo tienes 100 € en tu cartera, ¿cuanto tiempo necesitarías para duplicarlo y cómo lo harías?
¡A pensar!