jueves, 30 de abril de 2009

El espantapájaros


Hace unos días Alberto, un lector del blog, me dejó este comentario que me gustaría compartir.

Dice así: Te pego un extracto de un reciente artículo de Francesc Miralles que viene a propósito:

“Según el editor y escritor Juli Peradejordi, el miedo también nos ofrece enseñanzas para el futuro si sabemos leer su mensaje. Para explicar el sentido del miedo se sirve de la figura del espantapájaros.

En una primera lectura, el espantapájaros asusta a los pájaros. Pero si en lugar de salir huyendo, el ave decide acercarse, entonces se abre una tercera fase. “Cuando el miedo ha desaparecido tiene lugar una verdadera revelación: el espantapájaros no es un peligro, sino una oportunidad, ya que nos señala con precisión el lugar en el que podemos encontrar alimento. Por un baile de letras el miedo se ha convertido en el medio”.

Este juego de palabras nos revela algo altamente provocador: el miedo indica dónde se halla el tesoro. Cada temor descubre un aspecto no resuelto del que debemos ocuparnos. Así como los pájaros se nutren de los sembrados, el alimento de nuestro futuro es despejar las brumas que no nos dejan ver con claridad el horizonte.

Por tanto, bienvenido sea el miedo al futuro si nos sirve para ocuparnos de un tema no resuelto: cómo encaramos el resto de nuestra vida, cuáles son nuestras prioridades y qué vamos a hacer a partir de ahora mismo para alcanzar nuestras metas.”

**La ilustración es de Sebastian Barreiro, sus dibujos son auténticas obras de arte. Puedes ver más ilustraciones en su blog: http://sebastianbarreiro.blogspot.com/






lunes, 20 de abril de 2009

La falsa esperanza



Alex (nombre ficticio) es un estudiante universitario que después de 5 años de carrera todavía se encuentra entre segundo y tercero con asignaturas de primero. Fue su pareja la que se puso en contacto conmigo para ver si el coaching podía ayudarle a encarar sus estudios. Poco seguro de los resultados y más por satisfacer a su chica que por deseo propio, decidió iniciar un proceso de coaching.

Traigo a colación este caso para explicar la diferencia entre esperanza e ilusión.

Alex lleva los últimos cinco años de carrera universitaria confiando en cada cuatrimestre en que el próximo será el del cambio. Se engaña a si mismo sobre su situación real, no sabe las asignaturas que tiene aprobadas, las fechas o las asignaturas que tiene en este momento y desconoce las que le quedan para terminar la carrera. Vive confiando en que las cosas van a cambiar pero sin hacer nada para que cambien. No reconocer la realidad de donde se encuentra hace que viva en un mundo de ilusión y falsas esperanzas que nunca se cumplen a final de año.

Dice Debbie Ford: "La mayoría de nosotros pasa muchísimo tiempo engañándose, creyendo la vieja historia de "algún día alcanzaré mis sueños" y esperando que su vida mejore. Aunque en épocas de gran aflicción necesitamos tener esperanza, es importante que distingamos entre la verdadera esperanza y las ilusiones. A menudo, nos engañamos creyendo que vamos a alguna parte, cuando en realidad no estamos yendo a ninguna. La esperanza, el pensamiento positivo y las fantasías agradables pueden convertirse fácilmente en negación"

A menudo nos resulta más fácil aferrarnos a un grano de esperanza que hacer frente a la realidad. Tenemos miedo de que enfrentar esa realidad nos produzca un dolor que no podamos afrontar y seguimos contándonos la misma historia a la espera del milagro.

No nos damos cuenta de que negar esa realidad es como desplazarse por Zaragoza con un mapa de Valencia. No hay salida.

Te invito a que hagas una lista de todas las expresiones y los mensajes inspiradores que utilizas para evitar enfrentarte a la realidad. Haz una lista de todas las maneras en que utilizas la esperanza para evitar hacer frente a tu vida.

Como dice Debbie Ford: "Si no hubiera ninguna esperanza de que ocurriese un milagro, ¿qué cambios harías en tu vida hoy?"



martes, 14 de abril de 2009

El miedo



"El miedo es rezar para que ocurra lo que no quieres que ocurra"

Solo sentimos miedo ante las cosas que podemos hacer, aunque nos digamos que no. Si realmente no fuésemos capaces, no tendríamos miedo.

Sólo podemos tener miedo de lo conocido. Ante lo desconocido, aquello de lo que no somos conscientes no podemos tener miedo.

Desde este punto de vista el miedo más que un aspecto en contra o evidencia de que no podemos hacer algo, es una prueba de que si somos capaces de hacerlo.

¿Qué opinas al respecto?