"Toda persona tiene su propia vocación o misión en la vida. En ellas no puede ser reemplazada, ni su vida puede repetirse. De modo que la tarea de cada uno es única como su oportunidad específica de llevarla a cabo"
Victor Frankl
Una de las razones de que ahora mismo no estés disfrutando del trabajo de tus sueños es porque has dejado de escucharte. Te has dedicado a escuchar a los "expertos" en lugar de escuchar tu propia voz.
Si ahora mismo no sabes qué te gustaría hacer es porque te has alejado tanto de tu propia voz que desde dónde estás no puedes oírla. Pero que no la escuches no quiere decir que no te siga llamando.
¿Te ha pasado alguna vez que olvidas dónde dejaste el teléfono y cuando empieza a sonar te pones a buscarlo hasta dar con él? Esto es lo mismo, tu teléfono interior puede que lleve un tiempo "sonando" y enviándote "mensajes" a través de tu emoción, ese sentimiento de vacío o descontento.
Quizás haya llegado el momento de prestar atención a esa llamada interna.
Nadie mejor que tú sabe lo que mejor para ti. Nadie puede andar en tus zapatos y por lo tanto nadie puede saber o sentir lo que hace a tu corazón vibrar. Ni siquiera esas personas que tanto te quieren sean tus padres, amigos o pareja. Sólo tú puedes contestar esa llamada que lleva tiempo sonando.
Este artículo es para animarte a que escuches tu propia voz, interpretes tu propia melodía y no te mueras con la música dentro.
Tienes que hacerlo por ti y también por nosotros. Te necesitamos, necesitamos tu talento y habilidades, necesitamos tu alegría y el regalo de tu vocación.
Imagínate la siguiente imagen: una orquesta dónde cada uno de nosotros es el encargado de tocar un instrumento. Y a cada uno le gusta su instrumento, disfruta tocándolo y compartiendo su talento con los demás. ¿Te imaginas la maravillosa melodía que saldría de esa orquesta? ¿No te gustaría y pagarías por oírlos tocar?
Ahora imagina la misma orquesta pero con personas que no están satisfechas con el instrumento que están tocando, quizás les gustaría tocar la viola pero tocan el piano. O les gustaría ser el violín en lugar del trombón. Pero alguien les dijo, o quizás ellos mismos, que no tienen talento para otro instrumento, que no es seguro, o que es lo que tienes que hacer. Entonces tocan porque hay que tocar, sin pasión, sin ilusión, sin ganas, confiando en que el concierto dure poco y puedan salir a disfrutar de la vida.
Todos y cada uno de nosotros somos los solistas de esa orquesta que es la vida. Y todos tenemos nuestro lugar. Todos, incluso tú que mueves la cabeza.
Por eso te digo que tienes la obligación de responder a esa "llamada" porque ese sentimiento en tu interior, es la llamada de tu SER. No dejes de escucharla. Y te aseguro que cuando descuelgues el "teléfono" tu vida cambiará de una forma que ni te imaginas. Y no sólo tu vida profesional se verá influida por prestar atención a esa llamada. Toda tu vida cambiará porque estarás siendo quien en verdad ERES. Y no hay mayor recompensa que ser auténtico y fiel a uno mismo.
En ese momento estarás tocando tu propia melodía y todos disfrutaremos de ella.
© Iciar Piera Iglesias
Gracias a una amiga (gracias Anita) he descubierto este video. No podía pensar en mejor final para esta entrada. La orquesta de la que hablaba antes, sonaría más o menos como este vídeo. Simplemente disfrútalo...