jueves, 10 de marzo de 2011

Responder a la llamada de la vocación


"Toda persona tiene su propia vocación o misión en la vida. En ellas no puede ser reemplazada, ni su vida puede repetirse. De modo que la tarea de cada uno es única como su oportunidad específica de llevarla a cabo"
Victor Frankl

Una de las razones de que ahora mismo no estés disfrutando del trabajo de tus sueños es porque has dejado de escucharte. Te has dedicado a escuchar a los "expertos" en lugar de escuchar tu propia voz.

Si ahora mismo no sabes qué te gustaría hacer es porque te has alejado tanto de tu propia voz que desde dónde estás no puedes oírla. Pero que no la escuches no quiere decir que no te siga llamando.

¿Te ha pasado alguna vez que olvidas dónde dejaste el teléfono y cuando empieza a sonar te pones a buscarlo hasta dar con él? Esto es lo mismo, tu teléfono interior puede que lleve un tiempo "sonando" y enviándote "mensajes" a través de tu emoción, ese sentimiento de vacío o descontento.

Quizás haya llegado el momento de prestar atención a esa llamada interna.

Nadie mejor que tú sabe lo que mejor para ti. Nadie puede andar en tus zapatos y por lo tanto nadie puede saber o sentir lo que hace a tu corazón vibrar. Ni siquiera esas personas que tanto te quieren sean tus padres, amigos o pareja. Sólo tú puedes contestar esa llamada que lleva tiempo sonando.

Este artículo es para animarte a que escuches tu propia voz, interpretes tu propia melodía y no te mueras con la música dentro.

Tienes que hacerlo por ti y también por nosotros. Te necesitamos, necesitamos tu talento y habilidades, necesitamos tu alegría y el regalo de tu vocación.

Imagínate la siguiente imagen: una orquesta dónde cada uno de nosotros es el encargado de tocar un instrumento. Y a cada uno le gusta su instrumento, disfruta tocándolo y compartiendo su talento con los demás. ¿Te imaginas la maravillosa melodía que saldría de esa orquesta? ¿No te gustaría y pagarías por oírlos tocar?

Ahora imagina la misma orquesta pero con personas que no están satisfechas con el instrumento que están tocando, quizás les gustaría tocar la viola pero tocan el piano. O les gustaría ser el violín en lugar del trombón. Pero alguien les dijo, o quizás ellos mismos, que no tienen talento para otro instrumento, que no es seguro, o que es lo que tienes que hacer. Entonces tocan porque hay que tocar, sin pasión, sin ilusión, sin ganas, confiando en que el concierto dure poco y puedan salir a disfrutar de la vida.

Todos y cada uno de nosotros somos los solistas de esa orquesta que es la vida. Y todos tenemos nuestro lugar. Todos, incluso tú que mueves la cabeza.

Por eso te digo que tienes la obligación de responder a esa "llamada" porque ese sentimiento en tu interior, es la llamada de tu SER. No dejes de escucharla. Y te aseguro que cuando descuelgues el "teléfono" tu vida cambiará de una forma que ni te imaginas. Y no sólo tu vida profesional se verá influida por prestar atención a esa llamada. Toda tu vida cambiará porque estarás siendo quien en verdad ERES. Y no hay mayor recompensa que ser auténtico y fiel a uno mismo.

En ese momento estarás tocando tu propia melodía y todos disfrutaremos de ella.

© Iciar Piera Iglesias

Gracias a una amiga (gracias Anita) he descubierto este video. No podía pensar en mejor final para esta entrada. La orquesta de la que hablaba antes, sonaría más o menos como este vídeo. Simplemente disfrútalo...


PD: Si no te gusta tu trabajo y quieres descubrir qué te gustaría hacer, mira la información de nuestro próximo seminario: "Silbando al trabajar. Coaching para el cambio de rumbo profesional".





4 comentarios:

Imma dijo...

Iciar, con tu post de hoy has tocado una fibra muy sensible en mi, que es el camino de la vocación. Hace años di un golpe de timón en mi vida profesional, porque literalmente me estaba "ahogando" en el trabajo. Un día casi pude escuchar esa voz a la que te refieres que me gritaba "SAL DE AQUÍ. ME ESTOY ASFIXIANDO!". Entonces estaba muy desorientada, tenía problemas respiratorios a los que los médicos no veian explicación y no sabía qué hacer... PERO TENÍA QUE HACER ALGO. Así que, apenas sin rumbo, pero con el firme apoyo de mi marido, me tomé una baja para recuperarme y reflexionar, hice Reiki, me apunté de nuevo a la universidad, hice cursos de pedagogía sistémica y educación emocional y me convertí en maestra de inglés de Primaria... Los problemas respiratorios cesaron y yo sentí que aquella voz se apaciguaba... Hoy en día sé que vivo una vida más auténtica, aunque también sé que "la voz" sigue insistiendo, dulce pero firmemente, en que AQUI NO DEBO QUEDARME. Así que sigo buscando y ahora, al menos, sé que mi vocación tiene que ver con LA VOCACIÓN, con ayudar a las nuevas generaciones a desarrollarla y traerla a la luz, y también con escribir. De hecho, una vez me dijeron que pusiera un título a mi profesión ideal, y me salió "Comadrona del Espíritu", por aquello de ayudar a "dar a luz" al ser auténtico... Todavía estoy averiguando de dónde me vienen esas ideas y lo que "la voz" me indica con ellas... Por eso disfruto tanto con el estudio, el encuentro con otras personas en el mismo tránsito vital, y la lectura de textos tan inspiradores como los tuyos. Creo que cuantas más personas alcancen su vocación, tantas otras podrán hacer lo mismo. Aprovecho este largo comentario para solicitar tu permiso para algo; te importaria que promoviera una iniciativa, via FAcebook, para aquellos que vivimos en Barcelona y estaríamos interesados en asistir a uno de tu seminarios? El de "Silbando al trabajar" tiene muy buena pinta y yo con la peque ahora lo tengo un poco difícil para desplazarme a Madrid (aunque me encantaría!!!). Qué te parece? No sé cómo tienes el tema logístico para organizarlo en Barcelona y si quizás soy un poco atrevida proponiéndotelo, pero es viernes y me siento animada! ;) Ya me dirás con sinceridad... Recibe un cálido abrazo!

Iciar Piera Iglesias dijo...

Hola Inma, siempre es un placer leerte. Gracias de corazón por tu ánimos y por estar al otro lado. Eres muy generosa al compartir con todos nosotros tu experiencia, no sólo en este espacio sino a través de tu blog. Seguro que más de una persona se siente identificada con tus palabras.

Me encanta el título de "Comadrona del Espíritu"... Dar a luz al SER auténtico, GUAU!!!

Respecto a lo que comentas de ir a Barcelona, te escribo en privado y vemos el tema.

Un abrazo, Iciar

Anita Saad dijo...

Gracias Iciar, necesitaba esto hoy! Parecía que me hablabas a mí. Llevo ya un tiempo manifestando y disfrutando de cambios y cada puerta que abro, me abre otra mejor y asi de forma milagrosa, maravillosa y constante desde hace ya algún tiempo y, gracias al hecho de haber aprendido a escuchar mi voz interior.
Me faltaban tus palabras para atreverme a abrir la siguiente puerta. Gracias amiga, de todo corazón.
Anita

Iciar Piera Iglesias dijo...

Anita, gracias a ti por tu fidelidad después de tantos años y por tu generosidad. Me alegra leer que estás escuchando a tu voz interior y que eso te está abriendo puertas de formas mágicas. Cuanto me alegro de que mis palabras te hayan dado el empujoncito que necesitabas para abrir la siguiente puerta... ¡Estoy convencida de que todos nos beneficiaremos de ellos!

Yo ya lo he hecho asistindo a tus talleres de cocina libanesa. ¡Un auténtico placer para los sentidos!

Un abrazo grande preciosa,
Iciar