"Si alguien me despierta aversión o si me sorprendo ignorando o evitando a alguien en un grupo, probablemente estoy huyendo de un rasgo mío que esa persona exhibe. Si algo que tú haces me irrita quiere decir que tu falta también es la mía. La crítica que me hiere es aquella que hace resonar mi propia condenación." Hugh Prather
Desde que vi la película de Debbie Ford, "El efecto de la sombra", quería compartirla con vosotros. Y esta semana, por esas "casualidades" de la vida he tenido la sensación de que la "sombra" me persigue. Me explico. El lunes tenía pensado escribir esta entrada y para relajarme decidí irme al starbucks a tomar un café mientras lo escribía. Me senté, como suelo hacerlo, cerca de la ventana y me puse a leer algo que tenía que preparar para luego dejar tiempo para la escritura. En la mesa de al lado estaban dos chicas sentadas una enfrente de la otra. Hablaban un poco alto y dado que soy "cotilla", empecé a interesarme por su conversación.
Una de las chicas hablaba, con bastante enfado, de su madre. Le molestaba que fuese tan "controladora", que siempre que la llamaba o iba a verla le preguntase que había hecho, con quien había estado. Decía que parecía un sargento al que había que darle el parte.
Su amiga la escuchaba y en un momento dado le dijo, con cierta mano izquierda, que ella también era controladora. Que cuando llegaba al trabajo siempre preguntaba a las compañeras que habían hecho el fin de semana, que donde habían comprado la chaqueta que llevaban, e incluso que esta mañana le había comentado a ella que hacia dos días que no veía su coche cerca de su casa y que si no había dormido en casa.
Que decir tiene que la primera chica cuando oyó la palabra "controladora" trataba de justificar su comportamiento, con uñas y dientes, ya que por su energía y tono de voz se notaba que el que alguien pudiese pensar que era "controladora" era algo que la sacaba de quicio. Ella "no era controladora" decía. Ella se preocupaba por los demás. Si preguntaba donde habías estado el fin de semana, era para interesarse por ti. Si quería saber donde habías comprado algo era porque quería comprárselo ella y el tema del coche era simplemente una anécdota.
Resulta curioso que ella viese sus comportamientos como "preocuparse" ó "interesarse" y sin embargo no viese que esa podía ser la razón de la forma de actuar de su madre.
Como digo, cada vez que la segunda chica le decía que ella creía que si que era "controladora" la primera se ponía a la defensiva, de forma un tanto agresiva, y trataba por todos los medios de hacerle entender a su amiga que ella "no era así".
La sombra es lo que no nos gusta de nosotros, seamos conscientes de ello o no como en el caso de la chica del starbucks. Lo que más odiamos en los demás, como dice la frase que encabeza esta entrada, es algo nuestro que nosotros no vemos y que por lo tanto proyectamos en los demás. Esto es lo que se denomina la técnica del espejo.
Si te das cuenta uno no puede verse a si mismo hasta que se pone delante de un espejo. Cuando estás delante del espejo ves realmente tu imagen. De igual forma las personas de nuestro entorno están constantemente reflejándonos partes de nosotros que nosotros no vemos en nosotros o no reconocemos por tenerlas "asociadas" a algo negativo. En el caso de la chica del starbucks su madre le reflejaba su parte "controladora" pero como ella tenía asociada esa cualidad a algo negativo no la aceptaba en ella. Ella "no era así". Siempre que decimos que "yo no soy así", nos estamos proyectando.
Cuando tú te pones delante del espejo y no te gusta tu imagen, no le pides a la imagen que cambie su aspecto. Si te ves gorda no te pones a regañar al espejo y le empiezas a decir: "¡A ver cuando dejamos de ir al starbucks!". Sabes que si quieres que tu imagen sea diferente la que tienes que cambiar eres tú.
Lo mismo ocurre con la proyección con las personas de nuestro entorno. Si no nos gusta lo que vemos, tenemos que identificar la cualidad que nos proyectan, reconocerla en nosotros, ver donde nosotros estamos actuando como ellos y aceptar esa cualidad en nosotros. Sólo así conseguiremos que la imagen, la proyección cambie.
En otra entrada explicaremos cómo se trabaja con la "sombra" y la "técnica del espejo". Requiere un poco de práctica y sobretodo graaaaaaaaaaaaandes dosis de sinceridad con nosotros mismos.
Si algo de lo que has leído en esta entrada hace que tus resortes salten y empieces a "moverte en la silla" ó a "justificar" que eso no es así o que tú no eres como tu madre, compañera de trabajo, marido, etc., mira un poco más profundamente. Tu propia "negación" es un indicador de que ahí existe algo importante para ti. Una cualidad que necesitas integrar y que esa persona, que es un GRAN MAESTRO, te está ayudando a re-conocer.
Date cuenta que siempre que señalas a alguien hay tres dedos que apuntan hacia ti.
Te recomiendo dos libros muy interesantes sobre este tema. El primero es de Debbie Ford, coach americana especializada en la "sombra" y autora también de la película que aparece abajo y que te recomiendo encarecidamente que veas. El libro se titula "El secreto de la sombra". El segundo libro me lo regaló ayer una clienta (gracias Inés, ¡tengo unos clientes muy generosos!) y se titula: "La ley del espejo".
Que disfrutes de la película....
3 comentarios:
La verdad que algun pequeño movimiento me ha producido. A menudo nuestro ego, nos susurra con voz sutil; "chico esto te pasa por ser bueno"..."Fulano es un informal, mira que le cuesta cumplir un compromiso y encima siempre llega tarde"
...
Ufff, ahora que me doy cuenta hace 15 minutos quede con Mengano en su oficina...como me habre despistado hoy, con lo "puntual" que soy yo;)
Gracias Iciar por la recomendación de tan interesante técnica.
hola Iciar,
yo soy una apasionada de los temas del ser. del autoconocerme. Lo cual no significa que me sea fácil, ojo!!! y justamente este es un tema que si bien se presenta muchas veces en mi vida, ahora logré dar un paso más... alguien me dijo " vos lo decís de ella pero sos vos quien armás estas peleas!!!!" y aunque al principio me enojé porque no se ponía de mi lado (mi novio) descubrí que lo más sabio es aceptar esa mirada y me di cuenta que esa persona con la cual tengo dificultades de comunicación está ahí para que resuelva temas mios, cuando lo entendí me sentí muchísimo más aliviada y encaré la situación de forma muy distinta y positiva.
Gracias!!!
andy fernández
Gracias a los dos por vuestras aportaciones y os invito a participar en el sorteo de un lote de libros relacionado con estos temas.
Fidel, el tema de la impuntualidad puede manifestarse de la misma manera o en ocasiones siendo impuntual con uno mismo, es decir no cumpliendo los compromisos que nos marcamos o retrasando lo que queremos o sentimos que tenemos que hacer. Lo digo por experiencia. La sombra no siempre se manifiesta de la misma forma que lo observamos en la otra persona.
Andy, enhorabuena por el aprendizaje y el cambio de perspectiva. Me encantará seguir teniéndote entre mis lectores.
¡Feliz Navidad!
Un abrazo,
Iciar
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