miércoles, 3 de marzo de 2010

El algodón no engaña


Piensa por un instante en lo “primero” en tu vida, las tres o cuatro cosas que más te importan. Ahora, sé honesto: ¿le estás dando a estas cosas la importancia y el tiempo que se merecen? Si eres como la mayoría de los profesionales atareados que llegan al coaching, la respuesta es NO.

Hay un dicho que afirma que “lo que estás haciendo habla tan alto que no puedo oír lo que dices”. Como dice Robin Sharma en su libro "Éxito": “Puedes afirmar que tu prioridad es tu familia, pero si tu familia no aparece de forma dominante en tu programa de actividades, lo único cierto es que tu familia no constituye tu principal prioridad. Puedes asegurar que estar en buena forma física es un valor para ti, pero si no veo en tu agenda semanal señalada ninguna sesión de gimnasio, habrá que aceptar que tu salud no es tan importante para ti como dices."

No puedes tener éxito ni felicidad duraderos si tu agenda diaria no se ajusta a tus valores más profundos. Si existe discrepancia entre lo que haces y lo que eres te está faltando integridad.

Cuanto mayor sea la distancia entre tus compromisos diarios y tus valores, menos felicidad obtendrás porque no estarás acompasando tus palabras y tus actos. Tu programa de actividades es el mejor barómetro para saber qué valoras realmente y qué crees que de verdad es importante.




3 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuánta razón hay en esta nota; si no nos conocemos y reconocemos lo que verdaderamente nos mueve de forma fluída, es decir, lo que va acorde con nuestros valores; todo se torna más pesado y sin interés. Pero lo peor de todo, es que dado a esa ignorancia que tenemos de nosotros mismos, aceptamos las cosas como "normales" o porque "así debe ser". Comencemos por saber qué valores nos mueven.

it´s just me dijo...

comenzar por marcar tus objetivos personales y decidir realmente q importa en tu vida es el primer paso a tenes lod poies en la tierra,querer lo q haces te provoca felicidad,en mi caso crecer me gusta ,anhelo mis metas pero muchas veces me cuesta conseguirlas por el echo de poner prioridades familiares primero,decidi utilizar la palabra no y ponerme nuevamente como eje,pero q pasa empiezas a sentir culpa,bueno entendi q la culpa es algo q nos afecta a niveles inconcientes q no nos damos cuenta q esta por eso registrala al moimento de realizar una conducta me hace ver de donde proviene y de donde surgio,siento culpa por mi hemanos y su situacion por eso es q me apresuro en ayudarlo q a veces no dejo q desarrolle su independencia,por eso mi nueva meta es ayudarle a crecer para q crezca y cambioe el me demostro q quiere cambiar por eso lo voy a ayudar .metas y objetivos necesita nuestra vida

Iciar Piera Iglesias dijo...

Gracias Anónimo y Lucas por vuestros comentarios. Efectivamente conocer nuestros valores es el primer paso para la satisfacción. Y después de conocerlos, honrarlos, tenelos presentes en el día a día. Ser coherentes entre lo que decimos y lo que hacemos.

Un abrazo,
Iciar