martes, 22 de mayo de 2007

Todos tenemos alguna discapacidad


Leo la historia de Oscar Pistorius, un corredor paralímpico sudafricano de 20 años, entre emocionada y fascinada. Oscar no tiene piernas de rodillas para abajo desde los 13 meses. Hasta aquí la historia de Oscar no habría sido más que otra historia de superación personal si no fuera porque Oscar acaricia las marcas de los campeones olímpicos y está poniendo en un grave aprieto a la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) que tiene que decidir si puede presentarse a los próximos Juegos Olímpicos. Difícil reto si se tiene en cuenta que la IAAF lo ve como un discapacitado y por lo tanto justifican su rapidez en sus prótesis y no en su potencia y fortaleza.

¿Cuál es el secreto del éxito de Oscar?

Desconozco la clave de su éxito pero estoy segura de que guarda relación con algo que él comenta en su entrevista y es el hecho de que "él no se considera un discapacitado".

¿Y en qué medida puede haber contribuido esto a su éxito?

Yo creo que en mucho. Si este chico se hubiese considerado un discapacitado es decir; si se hubiese identificado con el hecho de no tener piernas su modo de actuar sería el de un discapacitado y por lo tanto asumiría todos los límites y barreras (externas e internas) que eso supone. Podría ser el más rápido en los juegos paralímpicos pero nunca habría superado todas sus marcas hasta alcanzar las de los campeones olímpicos. Probablemente esa opción no hubiese estado disponible para él y nunca se lo hubiese planteado.

Oscar es un claro ejemplo de cómo lo que nos decimos a nosotros mismos, la imagen que nos creamos condiciona nuestras actuaciones y por lo tanto nuestros resultados, quitando o poniendo barreras a nuestro desempeño.

Cuando me identifico con algo, lo asumo como propio y me defino a través de ello. En estos casos digo cosas como: YO SOY creativo, depresivo, arquitecto, buena persona, indeciso, cariñosa… Me identifico con determinadas etiquetas y paso a comportarme según lo que se espera de estas etiquetas.

Si mi etiqueta es positiva, estupendo ya que mis acciones irán encaminadas a poner de manifiesto esta cualidad que creo que poseo. Pero algo muy diferente ocurre cuando la etiqueta que me pongo es negativa. En estos casos también mis acciones irán encaminadas a poner de manifiesto y reforzar esta visión que he creado de mi mismo. “Actúo así porque soy así”.

Y que suerte tenemos entonces porque estas etiquetas nos permiten escondernos detrás de conductas cómodas, en cuanto que aprendidas, que nos justifican en ocasiones el no actuar o no cambiar. “Yo soy así y a estas alturas no voy a cambiar”.

Nos identificamos con determinadas profesiones hasta que somos eso que hacemos y por lo tanto cómo hacer otra cosa. Si acaso soñar con cambiar de profesión pero nunca hacer algo para provocar ese cambio ya que si cambiamos eso que nos define. ¿Quién seríamos? Este es el problema de muchas personas cuando llega la jubilación. ¿Quién soy ahora que no soy consultor, economista o arquitecto?

Nos identificamos con nuestras parejas y somos la novia de Juan o el marido de Marta hasta el punto de que eso delimita nuestra visión de nosotros mismos y no somos nadie sin esa persona. En estos casos podemos arrastrar relaciones muertas o terminadas hace años por miedo a descubrir quienes somos en realidad.

Cualquiera de nosotros al ver a Oscar con sus prótesis le consideraría un discapacitado, pero él no se ve así y gracias a esa visión de si mismo ha podido llegar a donde ha llegado. ¿Quién tiene razón? ¿Los del IAAF que lo consideran un atleta paralímpico o él que no se ve como un discapacitado? Son dos puntos de vista de la misma situación.
Para mi no es tan importante quien tenga razón como el hecho de que tú construyes tu visión sobre ti mismo. Tú puedes elegir como quieres verte a pesar de lo que los demás puedan opinar de ti. Puedes elegir desde que imagen quieres construir tu vida. No son las situaciones, ni el entorno lo que determinan tus resultados y marcan tu vida. Es tu visión sobre ti mismo. Es la perspectiva desde la que quieres observar el mundo lo que condicionará lo que veas en él.

Hay una frase que me encanta y que resume un poco esta idea: “Cambia tu manera de ver las cosas y cambiarán las cosas que ves”.

¿Cuál es tu imagen de ti mismo? ¿Esa imagen te ayuda o te limita a la hora de conseguir los resultados y la vida que deseas? ¿Qué te mantiene atado a esa imagen? ¿De qué te sirve? ¿Qué te ayudaría a cambiarla?


En el fondo como dice Oscar todos tenemos alguna discapacidad. A lo mejor tenemos dos piernas con las que correr, pero nos mantenemos parados por nuestros miedos, pensamientos negativos, trabajos, familia, relaciones y creencias y sobretodo por nuestra imagen de nosotros mismos.

“No me considero un discapacitado, puedo hacer las mismas cosas que una persona con piernas, mira como corro. Además, todo el mundo tiene alguna discapacidad”. Oscar Pistorius. 

jueves, 17 de mayo de 2007

Excusas o motivos


"La gente no busca razones para hacer lo que quiere hacer, busca excusas". Somerset Maugham

¿Cuando te propones hacer algo en donde centras tu atención, en los motivos o en las excusas? Son dos perspectivas que solemos tener en cuenta a la hora de ponernos en marcha.

Si hay algo que te cuesta hacer, algo que te estás proponiendo hacer y luego no haces. ¿Desde que perspectiva estás mirando esta situación?

Desde la perspectiva de las excusas. ¿Qué ganas? ¿Qué pierdes? ¿Cómo te comportas? ¿Qué obtienes?

Desde la perspectiva de los motivos. ¿Qué ganas? ¿Qué pierdes? ¿Cómo te comportas? ¿Qué obtienes?

Tú eliges tu perspectiva, la forma en que quieres ver la situación. Elige conscientemente aquella perspectiva que te potencie. Aquella perspectiva que te mueva hacia los objetivos, sueños o deseos que quieres.

Algo que he comprobado es que si buscas excusas siempre las encontrarás. Y probablemente más de una. En especial las encontrarás si te has traicionado a ti mismo al no actuar de acuerdo a lo que te habías propuesto. Las excusas se convierten en este caso en justificaciones perfectas para la no acción. "No es el momento adecuado", "no tengo tiempo", "no tengo dinero"...

Pero también estoy convencida de que si los buscas también hay motivos. Motivos para cambiar, motivos para ponerte en acción, motivos para ser consecuente con uno mismo.

Si te estás proponiendo una y otra vez hacer algo y no lo consigues tal vez te estés fijando en las excusas y no en los motivos. ¿Qué motivos tienes para hacerlo?

Convierte cada excusa en un motivo y ¡toma acción!

El coaching te ayuda a buscar motivos y a centrarte en ellos desterrando las excusas.



jueves, 10 de mayo de 2007

Ser para Hacer



El coaching se asocia habitualmente con conseguir objetivos, metas, con HACER. Yo lo veo de otra forma: como la posibilidad de ayudar a las personas a conectar con su poder (devolver a las personas su poder, conectarlos con su luz, su visión, sus sueños, hacer que se conviertan en la mejor imagen de ellas mismas y que actúen desde esa visión).

Desde esta perspectiva no se trata tanto de HACER cosas para sentirse de una determinada manera sino fijarme en quien SERÍA si tuviera eso que deseo y una vez descubierto, actuar desde esta visión del SER. Desde esta perspectiva, como me comentaba ayer una clienta, el coaching se convierte en una proceso de transformación de capa más profunda.

¿Quien serías si tuvieses todas esas cosas que anhelas en tu vida? ¿Qué cualidades tendría una persona que hiciese ese cambio que deseas de manera fácil?

martes, 8 de mayo de 2007

Permanezcan hambrientos, permanezcan ingenuos


Hoy en Madrid hace un fantástico día de primavera (por fin). Un buen día para compartir la alegría y una buena historia. O tres. Las tres historias que os propongo pertenecen a la vida de Steve Jobs, CEO de Apple, y el mismo nos las cuenta en el discurso de bienvenida a la nueva generación de alumnos de la universidad de Stanford. Me han encantado y creo que vale la pena ver el siguiente video (14 minutos aprox.). Está en inglés con subtítulos en español: 



Algunas de las ideas que más me han gustado:

(...)
No lo vi entonces, pero el giro de haber sido despedido de Apple fue la mejor cosa que jamás me pudo haber sucedido. La pesada carga de ser exitoso fue reemplazada por la levedad de ser un aprendiz nuevamente, menos seguro acerca de todo. Eso me dio la libertad para entrar a uno de los periodos más creativos de mi vida.

(...)
Estoy completamente seguro que nada de esto hubiera pasado si no hubiese sido despedido de Apple. Fue una medicina de sabor horrible, pero intuyo que el paciente la necesitaba. A veces la vida te golpea en la cabeza con un ladrillo. No pierdan la fe. Estoy convencido que la única cosa que me mantuvo en el camino fue que yo amaba lo que hacia. Ustedes tienen que encontrar lo que ustedes aman. Y eso es verdad en el trabajo y en la pareja.

Su trabajo les va a llenar una gran parte de su vida y la única forma de estar verdaderamente satisfecho es creer que lo que haces es un gran trabajo. Y la única forma de hacer un gran trabajo es amar lo que haces. Si no lo han encontrado aún, sigan buscando. No descansen. Como en todas las cosas del corazón, sabrán cuando lo encuentren.

(...)
"Si hoy fuera el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy?". Y cada vez que la respuesta es "no" por muchos días seguidos, sé que necesito cambiar algo.

El recuerdo de que pronto estaré muerto es la herramienta más importante que he encontrado para ayudarme a tomar grandes decisiones en mi vida. Recordar que vas a morir es la mejor forma que conozco para evitar la trampa de creer que tienes algo que perder. Ya estás desnudo. No hay ninguna razón para no seguir a tu corazón.

(...)
Vuestro tiempo es limitado, entonces no lo gasten viviendo la vida de otro. No dejen que el ruido de las opiniones de otros acalle su propia voz interior. Y lo más importante, tened el coraje de seguir vuestro corazón e intuición. Ellos de algún modo ya saben lo que ustedes verdaderamente quieren ser. Todo lo demás es secundario.

Si hoy fuera el último día de tu vida, ¿querrías hacer lo que vas a hacer hoy? ¿Qué harías diferente? ¿Qué te gustaría que estuviera presente? ¿Qué necesitarías cambiar para estar satisfecho?