miércoles, 30 de octubre de 2013

Historia de dos ciudades


"Hay una manera de vivir en el mundo que no es del mundo, aunque parezca serlo. No cambias de apariencia, aunque si sonríes mucho más a menudo. Tu frente se mantiene serena; tus ojos están tranquilos. Y aquellos que caminan por el mundo con la misma actitud que tú reconocen en ti a alguien semejante a ellos. No obstante, los que aún no han percibido el camino también te reconocerán y creerán que eres como ellos, tal como una vez lo fuiste. 
Un Curso de Milagros"
Si bien parece que los billones de personas que habitan el planeta vivieran en muchas ciudades y países diferentes, en realidad hay sólo dos lugares donde se puede vivir:

Esca Sez es un lugar temible y amenazador. Es el hogar de aquellos que eligen el miedo como su guía

En Esca Sez nunca nada es suficiente. El dinero siempre falta, los bienes y servicios están sobrevaluados, y no puedes confiar en la gente que los provee. Debes tener mucho cuidado al elegir con quién te juntas, porque en Esca Sez eres susceptible a toda clase de enfermedades, usurpaciones y violaciones a tu bienestar. En cada encrucijada, debes estar atento a los malvados que quieren usarte y abusar de ti. Nunca se sabe qué amenazas te acechan detrás de alguien que aparenta ser bien intencionado, seguramente habrá urdido alguna clase de patraña que a la larga usará en tu contra.

En Esca Sez, la motivación principal es la supervivencia. "Cuidate, y deja que los demás hagan lo mismo": así se llama el juego. ¿Por qué arriesgar tu bienestar para ayudar a otro? Ya es bastante difícil de por sí. Si el mundo te cuidara mejor, podrías estar en condiciones de hacer algo por él, pero hasta que eso ocurra, es mejor aferrarse a lo que uno tiene, porque los buenos terminan los últimos y sólo los fuertes sobreviven.

En esta ciudad, las relaciones son siempre decepcionantes. Si bien algunos parecen ser tus aliados al principio, cuando logras conocerlos mejor te das cuenta de que tienen importantes defectos de carácter y que no puedes contar con ellos. Entonces tienes que irte o deshacerte de ellos para protegerte. Cuando aparece alguien que te cae realmente bien y quieres seguir la relación, te abandona. Aunque muchos te hayan prometido liberarte del dolor y la pena de Esca Sez, nunca cumplieron con su palabra. Con cada desilusión, te dices que la próxima vez serás más cauto al confiar en alguien.

Continuamente, los noticieros y periódicos de Esca Sez abruman con titulares de catástrofes, pánico y confusión ante los ojos de los ya aterrados observadores. Parece que no importa cuánto haga la gente para tratar de protegerse, siempre hay otro informe aún más horroroso que el anterior, acerca del despido masivo de empleados, comidas envenenadas, criminales trastornados que andan sueltos, o el descubrimiento de nuevas enfermedades incurables. La vida en Esca Sez parece empeorar segundo a segundo, y las mentes irritadas ocultas detrás de sus ojos hundidos se preguntan: "¿Qué se ha hecho de los buenos tiempos?" No hay respiro en estos días devastadores. La vida es una lucha, y luego mueres. Así se vive en Esca Sez.

Quizás también reconozcas este lugar:

Muy cerca (a un pensamiento) de Esca Sez, hay un territorio totalmente diferente. Aquellos que viven en esta región disfrutan de una vida tranquila, llena de armonía y gratitud por la belleza y el bien que perciben en todo lo que ven. Por eso no pueden dejar de bailar, y, como corresponde, el reino se llama Abun Dancia

Por las calles de Abun Dancia, la gente camina tranquilamente a toda hora del día y la noche, confiada en que el Espíritu la acompaña. Los habitantes de este pueblo viven más allá de la creencia en la existencia de fuerzas opuestas del bien y del mal que domina la conciencia de quienes viven en Esca Sez. Ellos reconocen una sola Fuerza, la del Amor, que conduce suavemente a todo el universo bajo su protección benevolente.

Aquellos que viven en Abun Dancia disfrutan las relaciones de afecto. Aprecian los dones que les otorgan quienes los aman, en vez de criticarlos por lo que no son. Mientras que los residentes de Esca Sez están siempre buscando, los pobladores de Abun Dancia encuentran continuamente. Estos últimos han descubierto que las riquezas de la vida están exactamente donde ellos están.

En Abun Dancia, cuando se completa una etapa en una relación, ambos en la pareja lo reconocen y celebran lo que cada uno aportó a la unión. Cada miembro de la pareja sabe que obtendrá más bienestar, y hay un sentido de bendición aún más profundo cuando cada uno de ellos da el siguiente paso hacia su destino. Cuando la gente se une en Abun Dancia, su amor y su amistad perduran toda la vida y más allá

En Abun Dancia, el tema predominante en la vida diaria es la creatividad. Cada mañana, cuando los residentes del lugar despiertan, sus mentes y sus corazones rebosan de ideas creativas a través de las cuales traerán a su vida nueva expresión, arte y color. Los habitantes de Abun Dancia eligen sus profesiones alentados por aquello que los apasiona, no por lo que los condiciona; trabajan y juegan por amor, no por dinero.

En Abun Dancia, el dinero no se equipara con la carencia, sino con la maravilla de transmitir energía para expandir la libertad y el servicio. Mientras que los pobladores de Esca Sez han hecho del dinero un problema por el que tienen que luchar, los de Abun Dancia reconocen que no son las personas quienes les suministran todas sus pertenencias sino Dios. La manifestación no es una función de suministro terrenal, sino de conciencia espiritual

Dado que en Abun Dancia no hay sensación de ser víctimas, no hay villanos. En consecuencia, no se necesita utilizar el dinero público para defensa, prevención del delito o castigo, ni para la cancelación de préstamos masivos, como sucede en Esca Sez. Por el contrario, el dinero de la comunidad se destina al servicio, la educación, el cuidado de la salud y el fomento de las artes creativas y las ciencias. Como resultado de esto, la calidad de vida allí mejora en forma permanente. 

La educación es un placer para los alumnos y para los profesores de Abun Dancia. El objetivo del sistema escolar es sacar lo mejor de cada niño, respetando sus talentos únicos. No existe la competencia; lo que se promueve es la colaboración, el apoyo mutuo y los modelos en que todos ganan

En Abun Dancia no hay religión organizada. Por el contrario, cada individuo sigue la voz del Espíritu dentro de su corazón. De alguna manera, todos están en el lugar adecuado en el momento oportuno, y trabajan muy bien juntos. Dios es una realidad amorosa que se siente en el corazón, y que se expresa con sólo desearlo; la paz no puede organizarse, sólo compartirse.

Si las miráramos desde arriba, nos sorprendería ver que Esca Sez y Abun Dancia no están muy distantes entre sí. Ambas disponen de los mismos recursos, aunque cada reino los utiliza de manera diferente. La distancia y la diferencia entre el infierno y el paraíso no se mide por la altitud, sino por la actitud.

Alan Cohen, Siempre estuvo en mí










martes, 22 de octubre de 2013

La voz interior


Vamos a hacer un experimento: cierra los ojos e imagina una luz brillante. ¡Hazlo ahora! Luego sigues escribiendo. Imagina una luz que lo llena todo. Puedes elegir el color que prefieras o puedes dejar que este se te muestre. Observa lo que sientes al mirar y estar frente a esa luz. No hagas nada con lo que experimentas, sea lo que sea, simplemente obsérvalo. Ahora pide que "la luz venga a ti". No te preocupes por las palabras exactas, simplemente con que quieras que venga a ti eso será lo que pase. Y espera pacientemente...

Puede que no experimentes nada, que tu mente diga que no funciona, que es una pérdida de tiempo, pero yo te aseguro qué siempre que pides que la luz venga a ti ella aparece. ¡Siempre!

Cuando dudas, cuando te sientas abatido, triste o desanimado, o furioso porque la vida te supera, cierra los ojos y pide que la luz venga a ti y disipe las tinieblas en las que se encuentra tu mente en estos momentos. Y luego descansa en la quietud de saber que ni una sola vez en la que has pedido ayuda se te ha negado. ¡Ni una sola! 

Puede que la ayuda no viniese bajo la forma que tú esperabas o estabas pidiendo. En ocasiones no sois conscientes de que aquello que pedís os haría más daño que beneficio pues os mantendría en las tinieblas de la ilusión, apegados a vuestros pequeños ídolos, conformándoos con un sorbo de agua pudiendo saciar vuestra sed completamente.

Sé que todavía no me crees pero también sé que en algún momento lo harás pues el susurro de la Verdad permanece escondido en un rincón de tu alma y no puedes escapar de su llamada. En el fondo no quieres hacerlo pues intuyes que seguirlo te aportará todo aquello que has estado buscando durante tanto tiempo.

Mucho tiempo...

Ahora ya estás preparado y no tienes porqué demorar por más tiempo la llegada de la Luz. No sigas construyendo murallas contra ella, no te defiendas de ella pues no es tu enemigo sino el amigo, el Amado que has estado esperando. ¡Y ya está aquí!

La Voz Interior








miércoles, 9 de octubre de 2013

El miedo



Quisiera decir algunas palabras acerca del miedo. Es el único adversario de la vida. Sólo el miedo puede vencer a la vida. Es un contendiente traicionero y perspicaz, y bien que lo sé. Carece de decoro, no respeta ninguna ley, ningún principio. Te ataca el punto más débíl, que siempre reconoce con una facilidad infalible. Empieza con la mente, siempre. Estás tranquilo, sereno y feliz y al poco rato el miedo, ataviado con la vestimenta de duda afable, se te cuela en la mente como un espía. La duda se encara con la incredulidad y la incredulidad trata de expulsarla. Sin embargo, la incredulidad es un mero soldado de infantería desprovisto de armas. La duda la elimina en un santiamén. Te inquietas. La razón viene a luchar por ti. Te tranquilizas. La razón está bien equipada con armas de última tecnología. No obstante, de forma asombrosa, a pesar de contar con unas tácticas superiores y un número de vistorias aplastantes, la razón se queda fuera de combate. Te sientes debilitar, flaquear. La quietud se torna terror.

El miedo entonces acomete contra el cuerpo, que ya se ha dado cuenta de que algo va horriblemente mal. Los pulmones ya han salido volando como un pájaro y las tripas se te han escurrido como una serpiente. Ahora la lengua se te cae muerta como una zarigüeya y la mandíbula empieza a galopar sin poder avanzar. Ensordeces. Los músculos te tiritan como si padecieras de malaria y las rodillas te tiemblan como si estuvieras bailando. El corazón se pone demasiado tenso y el esfínter se pone demasiado relajado. Y lo mismo ocurre con el resto del cuerpo. Cada parte de ti, de la forma que más le convenga a ella, se te desmonta. Lo único que sigue funcionando bien son los ojos. Ellos sí que le prestan la atención debida al miedo.

Te ves tomando deciciones precipitadas de forma atropellada. Despides a tus últimos aliados: la esperanza y la fe. Y ya está, tú mismo te has derrotado. El miedo, que no es más que una impresión, ha triunfado sobre ti.

La vida de Pi. Yann Martel