miércoles, 26 de septiembre de 2007

Encender la bombilla


En el piso inferior de una casa hay tres interruptores, pero sólo uno de ellos sirve para encender una bombilla. El problema es que la bombilla está situada en el piso de arriba. Si sólo puedes subir a mirar la bombilla una vez, no puedes salir al exterior y no hay reflejos.... ¿Cómo sabrás que interruptor enciende la bombilla?

La solución en el próximo post.

Buena búsqueda ;-))




miércoles, 12 de septiembre de 2007

Suéltate y confía...


"Un hombre va caminando junto a un precipicio cuando de repente pierde el equilibrio, resbala y se cae. Por suerte consigue agarrarse al saliente y se queda allí colgado, aferrándose desesperadamente al saliente con la punta de los dedos mientras su cuerpo cuelga en el vacío. Casi sin fuerzas grita: "¿Hay alguien ahí arriba que pueda ayudarme?"
 
De pronto se oye una voz poderosa como un trueno: "Soy Dios. Yo puedo ayudarte. Tú suéltate y confía"

Y se oye una voz que dice: "¿Hay alguien más ahí arriba que pueda ayudarme?"

Muchas veces pedimos ayuda o una señal de lo que tenemos que hacer, decimos "me gustaría..." ó "me encantaría...", nos marcamos objetivos, soñamos y luego cuando llega la oportunidad, el momento de pasar a la acción miramos para otro lado y decimos: ¿Hay alguien más ahí que pueda ayudarme?.

Si queremos tener una vida plena y satisfactoria es necesario desprendernos de antiguos modos de pensar y de ser, soltar amarras y confiar. Abandonar lugares conocidos, no siempre paradisíacos y dar un paso al frente con confianza.

Si no lo hacemos nosotros alguien lo hará por nosotros como en el cuento de "Empuja la vaquita" que te animo a leer. Este cuento habla de como todos tenemos una vaquita (ideas, excusas, justificaciones) que nos proporciona alguna cosa básica para nuestra supervivencia, pero que nos lleva a la rutina y nos hace dependientes de ella. Estas vacas nos mantienen atados a la mediocridad, dándonos un falso sentido de estar bien cuando frente a nosotros se encuentra un mundo de oportunidades por descubrir. Oportunidades que sólo podremos apreciar cuando hayamos matado a nuestras vacas.

Te reto a que si sabes cual es tu vaquita la empujes por el precipicio. En caso contrario el coaching te ofrece la oportunidad de conocerla y empujarla.





lunes, 3 de septiembre de 2007

Piensa globalmente, actúa localmente

 
Después de las vacaciones de verano y ya reincorporada a mi rutina diaria, hoy quiero compartir con vosotr@s una entrevista aparecida en las páginas salmón de "El Pais" durante el mes de Agosto. La entrevista es a Sergio Durany Herzig el fundador de la empresa Natura.

"Durante una época utilicé el trabajo para evitar hacerle frente al miedo, la inseguridad, la ansiedad y el vacío que todos percibimos en nuestro interior"

Pregunta. ¿Qué conclusión extrae después de haber alcanzado el éxito profesional?

Respuesta.
Que vivimos en un momento de la historia en el que la mayoría de seres humanos, al menos los que hemos nacido en Occidente, estamos muy equivocados con respecto a lo que creemos que nos va a hacer verdaderamente felices.

P. ¿A qué se refiere?

R. En el nombre del desarrollo y el progreso estamos cargándonos nuestra propia casa, el planeta Tierra. Para lograrlo, nos hemos esclavizado a trabajos que no nos llenan espiritualmente y que tan sólo nos sirven para pagar facturas e incrementar la cantidad y la calidad de nuestras compras. Pero este estilo de vida totalmente inconsciente representa la punta del iceberg del malestar de nuestra cultura. Lo sé por experiencia.

P. Cuéntenos su historia.

R. Como un mortal más, reconozco que la ambición económica y el afán de reconocimiento me han llevado al lugar donde estoy. Debido a ciertas carencias emocionales, durante muchos años utilicé el trabajo como una excusa para huir de la realidad y evitar hacerle frente al miedo, la inseguridad, la ansiedad y el vacío que todos percibimos en nuestro interior. Pero la obtención de dinero, poder e incluso de cierta fama no son nada, absolutamente nada, comparado con la paz interior que brota desde dentro cuando empiezas a ser dueño de ti mismo. He tenido que sufrir para comprenderlo. Fruto de una serie de experiencias, puedo afirmar, y ésta es mi gran verdad, que es mejor una vida emocionalmente estable que la búsqueda sin sentido de riqueza material.

P. ¿Cuál es el riesgo de llegar a lo más alto?

R. La primera consecuencia es que tu ego engorda. Puedes permitirte jugar a ser empresario porque tienes poder y la gente te escucha en las reuniones. Pero si no tienes cuidado, la vanidad y la codicia se disparan, alejándote de algo tan esencial como la empatía y la sensibilidad, dos cualidades imprescindibles para ser un buen líder y lograr que tu proyecto empresarial sea humano y sostenible. Todo empresario tiene que ser consciente de que sus decisiones afectan a la vida de otras personas. Cuanto más se piensa en los trabajadores, mejor le va a la empresa. Es un hecho. Además, el verdadero éxito es que las personas con las que trabajas te quieran.

"El dinero, el poder y la fama no son nada comparados con la paz interior"