lunes, 27 de octubre de 2008

El camino del corazón


Me encanta todo lo que tenga que ver con la cultura egipcia y por eso no podía dejar pasar la oportunidad de visitar la exposición "Tesoros sumergidos de Egipto". Una de las cosas que más me llamó la atención fue la explicación del porque todas las figuras egipcias están representadas con la pierna izquierda adelantada. Parece ser que esta era la forma que tenían de representar que esa persona estaba en el camino de la sabiduría. ¿Y porque la pierna izquierda? Muy sencillo. Era la pierna izquierda porque ese es el lado donde se ubica el corazón. Es decir, de esta forma representaban que la auténtica sabiduría nace del corazón.

A vueltas con esta reflexión y gracias a esas "casualidades" de la vida, esta semana me han llegado dos textos que dicen un poco lo mismo.

"Yo digo que es inútil desperdiciar la vida en un solo camino, sobre todo si ese camino no tiene corazón.
- Pero, ¿cómo sabe usted cuándo no tiene corazón un camino, don Juan?
- Antes de embarcarte en cualquier camino tienes que hacer la pregunta: ¿tiene corazón este camino? Si la respuesta es no, tú mismo lo sabrás, y deberás entonces escoger otro camino.
- Pero ¿cómo sé de seguro si un camino tiene corazón o no?
- Cualquiera puede saber eso. El problema es que nadie hace la pregunta, y cuando uno por fin se da cuenta de que ha tomado un camino sin corazón, el camino está ya a punto de matarlo. En esas circunstancias muy pocos hombres pueden pararse a considerar, y más pocos aún pueden dejar el camino.
- ¿Cómo debo proceder para hacer la pregunta apropiada, don Juan?
- Pregunta nada más.
- Lo que quiero decir es si hay un método indicado para que yo no me mienta a mí mismo y crea que la respuesta es sí cuando en realidad es no.
- ¿Por qué habrías de mentir?
- Tal vez porque en el momento el camino es agradable y me gusta.
- Esas son tonterías. Un camino sin corazón nunca es disfrutable. Hay que trabajar duro tan sólo para tomarlo. En cambio, un camino con corazón es fácil: no te hace trabajar para tomarle gusto"

Las enseñanzas de don Juan.
Carlos Castaneda.

"Escucha lo que te digo, después cree lo que tu corazón te diga que es verdadero. Porque es en tu corazón donde yace tu sabiduría, y es en tu corazón donde Dios reside en más intima comunicación contigo.....Por favor, no confundas lo que está en tu corazón con lo que está en tu mente. Lo que está en tu mente ha sido puesto allí por otros. Lo que está en tu corazón es lo que llevas de mí contigo."

En casa con Dios.
Neale Donald Walsch.

Presta atención a tu corazón.
Si esta semana tuviese el doble de corazón, ¿qué sería diferente? ¿qué habría en ella de diferente?



miércoles, 22 de octubre de 2008

La pequeña alma y el sol

HABIA UNA VEZ UNA Pequeña Alma que dijo a Dios:
-¡Ya se quien soy!
Y Dios le contesto:
-¡Maravilloso! ¿Quieres eres?
La pequeña alma contesto a toda voz.
-¡Soy la luz¡
Dios sonrió ampliamente:
-Así es -exclamo-. Tu eres la Luz.
La pequeña alma estaba feliz, porque había comprendido lo que todas las almas del reino trataban de entender.
-¡Hurra! ¡Esto es fantástico¡
Pero poco después ya no le basto con saber quien era. Sentía cierta inquietud en su interior, porque quería ser lo que era. Así, la pequeña alma volvió a hablar con Dios (lo cual no es mala idea para todas las almas que quieren ser Quienes Son realmente), para comunicarle sus ideas:
-¡Hola, Dios! Ahora que ya se quien soy, ¿es bueno serlo?
Dios respondió:
-¿Quieres decir que deseas ser Quien Ya Eres?
-Pues... veras. Una cosa es saber Quien soy, y otra muy distinta es serlo realmente. Quiero sentir como es ser la luz.
-Pero si ya eres la luz -Repitió Dios, sonriendo otra vez.
-¡Si, pero quiero saber como se siente serlo! -exclamo la pequeña alma.
Creo que debí imaginármelo -repuso Dios, riendo-, Tu siempre has sido la mas aventurera ---y, tras un instante, la expresión de Dios cambió-. Pero hay una cuestión...
-¿Qué es? pregunto la almita.
-Que no existe otra cosa además de la luz. No creé otra cosa que lo que tu misma eres. Así, no hay un modo sencillo para que experimentes Quien eres, puesto que no hay nada que no seas.
-¿Cómo? -repuso la Pequeña Alma inocente, estaba un poco confundida.
-Piénsalo de este modo. Eres como una vela en el sol. Ya estas allá, junto con millones y millones de otras velas que forman el sol. Y el sol no podría serlo sin ti, porque le faltaría una de sus velas, y asi no podría brillar tanto. Pero saber que eres la luz estando dentro de la luz... ese es el problema.
-Tu eres Dios, ¡ya se te ocurrirá algo!
Dios volvió a sonreír:
-Ya pensé en algo. Puesto que no puedes sentirte la Luz al estar en ella, te rodeare de oscuridad.
-¿Qué es la oscuridad?
-Es aquello que tu no eres.
-¿Tendré miedo de la oscuridad? -gimió la almita.
-Solo si así lo quieres -respondió Dios-. A decir verdad, no hay nada que temer, a menos que así lo decidas. Nosotros inventamos todo eso. Fingimos.
-¡Ah! -exclamo la pequeña alma, que ya se estaba sintiendo mejor.
Entonces Dios explico que, para poder experimentar cualquier cosa, se requiere de su opuesto.
-Ese es un gran don, porque sin el no podrías conocer como es todo lo demás. No podrías saber que es lo Caliente sin lo frió, el Arriba sin el Abajo, lo Rápido sin lo lento. No podrías saber que es la izquierda sin la derecha, el Acá sin el Allá, el Ahora sin el Después.
Y así -concluyo Dios-, al verte envuelta en la oscuridad, no cierres el puño ni alces la voz para maldecirla. Mas bien, sé Luz entre las tinieblas, y no te enojes por ello. De ese modo sabras Quien Eres Realmente, y también los demás, lo sabrán. Permite que tu luz brille para que todos sepan que eres alguien muy especial.
-¿Quieres decir que esta bien que los demás sepan que soy alguien muy especial?- inquirió la Pequeña Alma.
-¡Por supuesto!-rió Dios-.¡Esta muy bien! Pero recuerda que "especial" no quiere decir "mejor". ¡Todos son especiales, cada uno a su modo! Pero hay muchos que no lo recuerdan. Entenderán que esta bien que sean especiales solo cuando tu mismo sepas que esta bien ser especial.
-¡Fantástico! -exclamo la almita, quien bailaba, reía y daba saltos de felicidad-.¡Puedo ser todo lo especial que quiera!
-Si, y puedes serlo a partir de ahora mismo- agrego Dios, quien bailaba y saltaba y reía con la pequeña Alma-.¿Que parte de lo especial quieres ser?
-¿Qué parte de lo especial? No te entiendo. -Verás...- le explicó Dios- ser la Luz es ser especial, y eso esta hecho de muchas partes. Ser generoso es ser especial. Ser amable es ser especial. Ser creativo es ser especial. Ser paciente es ser especial. ¿Se te ocurren otros modos de ser especial? La pequeña Alma quedo en silencio por un instante:
-¡Se me ocurren muchas formas de ser especial!- Exclamo luego.- Es especial ayudar a los demás. Es especial compartir. Y ser amistoso también es ser especial. ¡Ser considerado con los demás es ser especial!
-¡Así es!- concordó Dios-. Y tu puedes ser todas esas cosas, o cualquier otra parte de lo especial que desees ser, en cualquier momento. Eso significa ser la Luz.
-¡Ya se lo que quiero ser!- anuncio la Pequeña Alma, muy emocionada-. Quiero ser la parte de lo especial llamada "perdonar". ¿No es especial perdonar?
-Oh, si- aseguro Dios-. Eso es muy especial.
-Entonces, eso quiero ser. Quiero perdonar. Quiero experimentarme a mi misma de ese modo.
-Bien- dijo Dios-. Pero hay algo que debes saber. La Pequeña Alma comenzaba a impacientarse. Parecía que siempre había complicaciones.
-¿De que se trata?- suspiró.
-No hay nadie a quien perdonar.
-¿Nadie?- la Pequeña Alma apenas podía creer lo que estaba oyendo.
-¡Nadie!- repitió Dios. Todo cuanto hice es perfecto. No hay una sola alma en toda la creación que sea menos perfecta que tu. Mira a tu alrededor.
Entonces la Pequeña Alma se dio cuenta de que se había reunido una gran multitud. De todo largo y ancho, de todos los rincones del Reino, habían venido almas, porque se había corrido la voz de que la Pequeña Alma sostenía una extraordinaria conversación con Dios, y todos querían oír lo que decían.
Viendo a las incontables almas reunidas, la almita tuvo que coincidir: nadie parecía ser menos maravilloso, menos magnifico o menos perfecto que ella misma. Tal era el esplendor de las almas reunidas y tan brillante era su Luz, que la Pequeña Alma apenas podía sostener su mirada.
-¿A quien perdonar entonces?- preguntó Dios.
-¡Oh, creo que esto será muy aburrido!.- Gruñó la almita-. Queria experimentarme como El Que Perdona. Quería saber como es esa parte de lo especial. Y, así, supo como es estar triste.
Pero entonces un Alma amistosa salio de entre la multitud:
-No te preocupes Pequeña -le dijo-. Yo te ayudare.
-¿De verdad? -replico, con el rostro iluminado-. ¿Pero que puedes hacer?
-Puedo darte a alguien para que lo perdones.
-¿Puedes?
-¡Desde luego! -canturreo el Alma amistosa-. Puedo ir a tu siguiente vida y hacer algo para que lo perdones.
-Pero... ¿Por que habrías de hacerlo? -pregunto la Pequeña Alma-. ¡Tu que eres un Ser de tan absoluta perfección! Tu que vibras con gran rapidez creando una luz tan brillante que apenas puedo verla! ¿Que podría hacer que frenaras tu vibración hasta que tu luz se hiciera oscura y densa? ¿Que podrías hacer tu, que eres tan ligera como para bailar en las estrellas y desplazarte por el Reino a la velocidad del pensamiento, entraras a mi vida y te volvieras pesada como para hacer una cosa tan mala?
-Es muy fácil -repuso el Alma Amistosa-. Lo haría porque te amo.
A la Pequeña Alma le sorprendió la respuesta.
-No te asombres- le dijo el Alma Amistosa-. Tu hiciste lo mismo por mi. ¿No lo recuerdas? Hemos bailado juntas muchas veces, por eones y eras. Durante todos los tiempos y en muchos lugares hemos jugado juntas. Simplemente no lo recuerdas. Ambas hemos sido todas las cosas. Ya fuimos el Arriba y el Abajo, la Izquierda y la Derecha. Fuimos el Acá y el Allá, el Ahora y el Después, Fuimos lo Masculino y lo Femenino, lo Bueno y lo Malo. Tu y yo Fuimos la victima y el villano. Así, nos hemos reunido muchas veces, la una dando a la otra la oportunidad exacta y perfecta para expresar y experimentar Quienes Somos Realmente."
"De ese modo -añadió el Alma Amistosa-, llegaré a tu próxima vida y seré el "malo". Haré algo realmente terrible, y entonces podrás experimentarte como El Que Perdona.
-¿Que harás?- pregunto la Pequeña Alma, un poco nerviosa-. ¿Que puede ser tan terrible?
-Oh, ya pensaremos en algo -replico el Alma amistosa, con un guiño. Segundos después, pareció tornarse muy seria y murmuró:
-Tienes razón en algo.
-¿En que? -quiso saber la almita.
-Tendré que frenar mi vibración y hacerme muy pesada para hacer ese algo no tan bueno, Fingiré que soy alguien muy distinto a quien realmente soy. Por eso te pediré un favor a cambio.
-¡Si, lo que quieras! -exclamo la Pequeña Alma y comenzó a cantar y bailar- ¡Podré perdonar, podré perdonar!
Pero notó que el Alma Amistosa seguía muy callada.
-¿Que quieres? -le pregunto-. ¿Que puedo hacer por ti? ¡Eres todo un ángel por estar dispuesta a hacer tal cosa por mi!
-¡Claro que el Alma Amistosa es un ángel! -interrumpió Dios- ¡Todos lo son! Siempre recuerda eso que solo ángeles envio.
Y así, la Pequeña Alma quiso mas que nunca satisfacer la petición del Alma amistosa:
-¿Que puedo hacer por ti? -volvió a preguntar.
-En el momento que te golpee y te despedace -repuso el Alma Amistosa-, cuando te hago lo peor que pudieras imaginarte, en ese mismo instante...
-¿Que? -interrumpió la Pequeña Alma-. ¿Que...?
El Alma amistosa esta aun mas seria:
-Recuerda quien soy realmente.
-¡Si, así será! -exclamo el Alma Inocente-. ¡Te lo prometo! Siempre te recordaré tal y como te veo aquí y ahora.
-Muy bien -repuso el Alma Amistosa-, porque pondré tanto empeño en fingir, que olvidaré quien soy. Y si tu no me recuerdas como soy realmente, no podré acordarme durante mucho tiempo. Y si olvido quien soy, incluso tú olvidaras Quien Eres, y las dos estaremos perdidas. Entonces necesitaremos que venga otra alma para que nos recuerde a Ambas Quienes Somos.
-¡No, no será así! -prometió otra vez la Pequeña alma-. ¡Te recordaré! Y te agradeceré por darme ese don, la oportunidad de experimentarme como Quien Soy.
Así acordaron, y La Pequeña Alma fue hacia una nueva vida, emocionada por ser la Luz, que era muy especial, y por ser esa parte de lo especial que se llama Perdonar.
Y espero ansiosamente poder experimentarse como Perdón y agradecer lo que hiciera la otra alma para que fuera posible.
En todo momento de esta vida, cada vez que apareció en escena una nueva alma, ya fuera que trajese felicidad o pesar ( y especialmente si traía pesar), la Pequeña Alma pensó en lo que Dios le dijo.

"Siempre recuerda que no envió mas que ángeles"

Neale Donald Walsch, autor del libro "Conversaciones con Dios"






lunes, 20 de octubre de 2008

Sueña

Escribo este post mientras escucho una de las canciones más bonitas que conozco. Tiene la capacidad de abrir mi corazón y recordarme la importancia de soñar. A medida que la escucho un nudo se va formando en mi garganta mientras que mi piel se estremece de puro gozo. Se que es mi "alma" que está contenta y me dejo mecer por ese sentimiento.

Podría seguir contándoos mi experiencia pero prefiero compartirla con vosotros. Así que os invito a sentirla. Yo prefiero cerrar los ojos, de esta forma me concentro mejor en la melodía. Puedes estar sentado o de pie. Yo empiezo casi siempre sentada pero hay un momento en el cual mi cuerpo me pide que me levante y me deje llevar. Tranquilo, descubrirás ese momento y quizás tú también quieras levantarte.

Esta canción es mi "estructura" y la escucho todos los días para recordarme quien soy.

Nos os entretengo más. Subir el volumen, cerrar los ojos y disfrutad....


Sueña con un mundo distinto
donde todos los dias
el sol brillara
donde las almas se unan en luz
la bondad y el amor, renaceran

Sueña, sueña tu.....


domingo, 19 de octubre de 2008

Crear espacio para lo nuevo...



Este fin de semana lo he "consagrado", entre otras cosas, a hacer una limpieza en profundidad de mi casa (ropa, papeles, revistas, etc.). Utilizo el término consagrar porque este proceso que realizo dos veces al año, en otoño y primavera, se ha convertido para mi en todo un ritual.

Tengo una tendencia increíble a acumular así que la tarea se vislumbraba ardua y la pereza me tentaba a posponerlo. Conozco esa sensación y no me iba a dejar vencer tan fácilmente. Así que me organicé para ir por partes y me programé descansos para darme algún premio. ¡Que poco nos premiamos!

Al igual que en la vida, durante este ritual es importante celebrar lo que vas haciendo en lugar de centrarte en lo que todavía te queda por hacer.

Aunque empecé con la pereza como compañera de faena, esta fue desapareciendo a medida que avanzaba y me iba sintiendo cada vez mejor. La pereza fue dejando paso a un sentimiento de libertad y claridad. Como si existiese una estrecha relación entre mis emociones y mi entorno. ¡Y claro que existe!

Por eso digo que para mi es un ritual. No se limita sólo al hecho mecánico de limpiar mi entorno o tirar cosas que ya no utilizo, es una metáfora de ir desprendiéndome de lo viejo (física, emocional y espiritualmente) y crear el espacio para que lleguen cosas nuevas. ¡Y por experiencia llegan!

Lilian Too, una de las mayores expertas en Feng Shui, lo expresa así:

"La acumulación de objetos (físicos, mentales y espirituales) es el principal culpable del deterioro de los espacios y las personas. Los trastos nos acechan como un monstruo invisible, arrastrándose silenciosamente por nuestras casas y consumiendo su energía.

Debemos limpiar la energía añeja creada por la suciedad que se acumula en nuestras casas, en nuestras actitudes y en nuestro corazón. Este proceso de limpieza nos dejará como nuevos. Al ponerlo en práctica, nos liberamos de las energías negativas, dejando a un lado las actitudes anticuadas y creando espacio para que entre nueva energía."

Si quieres conocer más sobre esta técnica milenaria del Feng Shui y como aplicarla a tu vida, te recomiendo el blog de Maru Canales.  A partir de ahora uno de mis blog recomendados.

Bibliografía Feng Shui: "168 trucos de Feng Shui", Lilian Too. "Feng Shui inteligente para el hogar", Lilian Too.

FENG SHUI en la empresa
Maru Canales
Grupo Editorial CEAC

miércoles, 8 de octubre de 2008

Uno construye sus propias crisis



Un hombre vivía en la orilla de un camino y vendía perritos calientes. No tenía radio, ni televisión, ni leía los periódicos, pero hacía y vendía buenos perritos calientes.

Se preocupaba por la divulgación de su negocio y colocaba carteles de propaganda por el camino, ofrecía su producto en voz alta y el pueblo le compraba.


Las ventas fueron aumentando cada vez más, compraba el mejor pan y la mejor salchicha. Llegó un momento en que fue necesario comprar un carrito más grande, para atender a la creciente clientela. El negocio prosperaba.


Su perrito caliente era el mejor de la región.

Venciendo su situación económica inicial, pudo pagar una buena educación a su hijo, quien fue creciendo y fue a estudiar Economía en la mejor Universidad del país. Finalmente, su hijo ya graduado con honores, volvió a casa y notó que su padre continuaba con la misma vida de siempre y tuvo una seria conversación con él... ¿Papá, usted no escucha la radio? ¿Usted no ve la televisión? ¿Usted no lee los periódicos? Hay una gran crisis en el mundo!!! Y la situación de nuestro país es crítica!!! ¡Todo está mal y el país va a quebrar!


Después de escuchar las consideraciones de su hijo, el padre pensó... bien, si mi hijo Economista, lee periódicos, ve televisión, entonces solo puede tener la razón... y con miedo de la crisis, el viejo busco el pan más barato (más malo) y comenzó a comprar la salchicha mas barata (la peor) y para economizar dejó de hacer sus carteles de propaganda.


Abatido por la noticia de la crisis ya no ofrecía su producto en voz alta, ni atendía con entusiasmo a sus clientes.


Tomadas todas esas precauciones, las ventas comenzaron a caer y fueron cayendo y cayendo y llegaron a niveles insoportables. El negocio de perritos calientes del viejo que antes generaba recursos para que el hijo estudiara Economía, finalmente quebró.


Entonces el padre, muy triste, le dijo al hijo: hijo, tenías razón, estamos en medio de una gran crisis y le comentó orgullosamente a sus amigos: bendita la hora en que envié a mi hijo a estudiar Economía, él me avisó de la crisis...

Este cuento es un reflejo de nuestra situación económica actual. Al igual que en él, cada uno de nosotros contribuimos a crear nuestra propia crisis cada vez que prestamos atención a lo que los demás nos cuentan y modificamos nuestro comportamiento como respuesta. Es ese cambio de comportamiento lo que provoca nuestra ruina y no la tan temida "crisis".

Por eso elijo que mi foco de atención no esté en lo que no quiero, la crisis y sus consecuencias, y si en lo que quiero. Hace tiempo que dejé de leer el periódico y de ver el telediario. Algunas personas de mi entorno dicen que esto es esconder la cabeza y no estar informado. Que es una forma de huir. Opino que efectivamente lo que nos dicen y transmiten los medios de comunicación es "una realidad", pero no es la única.

Es como si entrase en un buffet libre donde hay diferentes tipos de platos y me llevase a la mesa aquello que no me gusta. Y me obligase a comérmelo porque los demás se lo comen. Puestos a elegir prefiero llevarme a la mesa aquello que me gusta y que también está ahí aunque no sea fuente de noticia.

"Todo lo que procede del miedo no es verdad, es opinión"

lunes, 6 de octubre de 2008

Los tres sabios


"Tres sabios decidieron emprender un viaje, porque a pesar de ser tenidos como sabios en su país, eran lo bastante humildes para pensar que un viaje ensancharía sus mentes.

Apenas habían pasado al país vecino cuando divisaron un rascacielos a cierta distancia. "¿Qué podrá ser ese enorme objeto?" se preguntaron. La respuesta más obvia habría sido "Id y averiguadlo". Pero no, eso podía ser demasiado peligroso, porque ¿y si aquella cosa explotaba cuando uno se acercaba a ella?. Era muchísimo más prudente decidir lo que era antes de averiguarlo. Se expusieron y examinaron diversas teorías pero, basándose en sus respectivas experiencias pasadas, las rechazaron todas. Por fin, y basándose en las mismas experiencias - que eran muy abundantes, por cierto -, decidieron que el objeto en cuestión, fuera lo que fuera, sólo podía haber sido puesto allí por gigantes.

Aquello les llevó a la conclusión que sería más seguro evitar absolutamente aquel país. De manera que regresaron a casa, tras haber añadido una más a su cúmulo de experiencias".

Las Suposiciones afectan a la Observación
La Observación engendra Convencimiento
El Convencimiento produce Experiencia
La Experiencia crea Comportamiento,
el cual, a su vez, confirma las Suposiciones.

"La oración de la rana, volumen 1, Anthony de Mello."

Todos tendemos a dejarnos llevar por las suposiciones basadas en nuestra experiencia pasada. Cuando pasa algo diferente a lo que esperábamos el cerebro tiende a buscar una explicación para ese hecho ya que esa es su forma de actuar. Como no sabe lo que pasa, no tiene datos, hace una "suposición". Las suposiciones tienden a formarse tomando como base nuestras experiencias pasadas y por lo tanto nuestras creencias. Recuerda que "creamos lo que creemos" por lo tanto nuestras creencias engendran suposiciones que confirman nuestras creencias. Por eso siempre que hacemos suposiciones nos buscamos problemas.

Imagina esta situación, estás dando una charla y una de las personas de la sala bosteza. Tú sólo ves ese gesto, pero tu cerebro necesita, para sentirse seguro, buscarle una explicación. Entonces busca en su almacén de datos, donde se guardan tus experiencias pasadas y tus creencias, y en base a eso emite una "suposición". Si te encuentras inseguro o piensas que no eres bueno hablando en público, tu suposición probablemente apoyará esa creencia y pensarás que le estás aburriendo. Por el contrario si te encanta hablar en público y has tenido otras experiencias exitosas a ese respecto, tu suposición apoyará esa creencia y pensarás algo como: "debe de haber pasado una mala noche". ¿Te suena?

¿Cuantos de los malentendidos que mantienes con personas de tu entorno se basan en informaciones y cuantos en suposiciones?