miércoles, 27 de abril de 2011

Abre tus alas

Una clienta me envía este texto (gracias Ana) que ha recibido por mail y que dice que le ha recordado su proceso de coaching. ¡Qué suerte contar con clientes tan generosos y valientes!

Si me llamas cansado fuera del sendero, y casi sin fuerzas para continuar. Si te veo pensando que la vida es dura, que no puedes con todo o con ganas de desistir; me acercaré para recordarte cómo es un comienzo, y nuevamente te desafiaré. Me acercaré a tu alma para que vuelva el impulso de vida llevándote hacia ti mismo. Sabrás entonces encender tu lámpara en la oscuridad aunque afuera haga frío. Volverás a ser fuego y yo avivaré tus brasas quietas, para que alumbren y revivan tu andar peregrino.

Volveré a susurrarte aquella primera consigna de un paso por vez. Y te pediré que me muestres la garra que se necesita para levantarse desde lo caído.

Si te veo cansado fuera del sendero, sin ver más espacios que el de los abismos, traeré a tu memoria que también hay puentes y que también hay alas que aún no has visto ni has usado. Que vamos movidos por la fe y la bravura y que seremos siempre lo que hemos creído. Que somos guerreros iluminados por la vida plena, y el Universo nos guía hacia nuestro lugar.

Te mostraré que un primer paso y que un nuevo empeño nos llevará a encontrar la forma de no ser vencidos. Que el árbol se dobla, se agita, se estremece, se deshoja y retoña, pero aun todo eso queda erguido. Que el único trecho que podemos caminar es aquél que cubre nuestro pie extendido.

Si te veo cansado fuera del sendero, solitario y triste, quebrado, herido, me sentaré a tu lado, te tomaré de las manos, entraré por tus ojos hasta el fondo de tu corazón y te diré que se puede, que insistas, y te haré preguntas que te lleven a recordar buenas épocas y a conectarte con tu potencial. Mi voz despertará, desde tus certezas, al que se quedó dormido de cansancio. Y tal vez, si necesitas te prestaré mis brazos para incorporarte y mostrarte lo importante de una actitud positiva y el reconocimiento de lo que si hay.

Si te veo cansado fuera del sendero, llevaré tu mirada hacia el camino. Haré que veas tus huellas, que allá están marcadas, de un paso tras otro por donde has venido. Y escucharás la voz interna impulsora para un nuevo inicio. Y abrirás otro rumbo e iniciarás un nuevo camino, porque habrás descubierto que puedes volver a empezar las veces que haga falta si logras conectarte con tu fuerza interna y con tu amor universal.

Texto Anónimo

** La imagen es de Suzanne Woolcott






miércoles, 20 de abril de 2011

¿Qué es lo que de verdad te gusta hacer?

El sábado pasado estrenaron en Antena 3 un nuevo programa titulado "El mundo de Isasaweis". Isabel LLano es la persona que se encuentra detrás de este programa de trucos de belleza, cocina y bienestar. Isabel es maestra por vocación pero también es una apasionada de la belleza y el bienestar. Esta pasión fue la que la llevó a crear "Isasaweis" una serie de video-blogs a través de los cuales compartía sus trucos de maquillaje, peinado, cocina y embarazo. Yo lo conocí porque Isabel es asturiana y mi madre me habló de ella. Empecé a ver sus vídeos y me enganché. Y no sólo yo, rápidamente sus consejos empezaron a tener más de 30.000 seguidores en youtube.

Estoy convencida de que Isabel, Isasaweis, nunca se planteó todo lo que está viviendo cuando grabó el primer vídeo en su casa de forma artesanal. Simplemente se limitó a hacer algo que le gustaba y se le daba bien y a compartirlo con los demás.

Os cuento esta anécdota porque ahí esta la clave de la VOCACIÓN = PASIÓN + TALENTO + SERVICIO.

Hoy curiosamente vi en la casa del libro que también ha publicado un libro.

Al hilo de esta historia se me viene a la mente la película "Julie & Julia". Protagonizada por Meryl Streep, y basada en una historia real, cuenta la historia de dos mujeres muy diferentes en diferentes épocas unidas por una pasión: la cocina. Meryl Streep interpreta a Julia Child una mujer que en los años 50 cambio la forma de cocinar de los hogares americanos con un libro de recetas francesas. Hay un momento en la película en la que su marido le pregunta, después de varias ocupaciones ocasionales: ¿Qué es lo que de verdad te gusta hacer? Y en la respuesta se abre un nuevo mundo para ella, no siempre fácil dada la época, que la conecta con su vocación.

Treinta años después una chica americana, Julie, decide escapar de un trabajo y una vida monótonos a través de dos de sus pasiones, la cocina y la escritura. Para eso se propone como reto cocinar durante un año las 524 recetas del libro de Julia Child y reflejar sus experiencias en un blog. Al final, y es una historia real, le llaman de una editorial para escribir su historia con lo que se convierte "de repente" en escritora y de esta forma se encuentra con su verdadera vocación.

Estas dos historias nos enseñan que la vocación no es algo que encontramos, es algo que nos encuentra cuando estamos haciendo aquello que nos gusta y nos apasiona y lo ponemos al servicio de los demás. La mayoría de las personas que han encontrado su vocación lo hicieron de forma "casual" cuando empezaron a disfrutar de lo que realmente les gustaba, en la mayoría de los casos sin imaginarse que eso pudiese ser una nueva forma de generar ingresos.

En mi caso cuando dejé mi trabajo como consultora no tenía muy claro que era lo que me gustaba hacer, sólo sabía que me gustaba leer (y mucho) así que durante el "periodo sabático" me dediqué a disfrutar leyendo y haciendo todo lo que me apetecía. Y "casualmente" en una de esas visitas a la librería un libro "Coaching para el Éxito" llamó mi atención... El resto ya lo conocéis.

El primer paso por lo tanto a la hora que identificar tu vocación es responder a la siguiente pregunta: "¿Qué harías si tuvieses todo el dinero del mundo y tuvieses asegurado el éxito?" No te dejes engañar por su simpleza. No es para nada una pregunta fácil. Después de la respuesta inmediata de: dar la vuelta al mundo, viajar, comprarme un coche, una mansión, etc. hay otra respuesta que no es tan sencilla de encontrar.

No dejes de hacerte esta pregunta hasta que encuentres la respuesta. ¡Cuando la encuentres lo sabrás!

Hoy cuando iba a sentarme a escribir esta entrada me encontré con esta frase: "Descubre qué harías si tuvieras todo el oro del mundo. Hazlo. Tendrás todo el oro del mundo".

© Iciar Piera Iglesias

Próximo seminario de "Silbando al Trabajar. ¡Descubre el Trabajo que te Apasiona y Cambia tu Rumbo Profesional!", Madrid 14-15 de Mayo 2011. Información aquí.









miércoles, 13 de abril de 2011

Nuestros cazos

Esta semana hablaba con una amiga sobre la cantidad de dinero y tiempo que habíamos invertido en libros, cursos y seminarios de desarrollo personal. Yo que soy una "adicta" a los libros, y suelo pasar casi cada día por alguna librería y leer mucho, siempre me sorprende la cantidad de literatura de autoayuda o espiritual que hay.

¿Qué buscamos al leer libros de autoayuda, asistir a seminarios, seguir procesos de terapia o programas de mejora?

Por mi experiencia como coach y personal, he observado que lo que la mayoría de las personas buscamos es "mejorar" y que el motor que nos impulsa en ese camino que llamamos de "descubrimiento" no es el descubrimiento en si, sino el deshacernos de "nuestros defectos" o "problemas". Ese vacío existencial o insatisfacción que va creciendo cada día hasta que decidimos dar un paso al frente y afrontarlo. Lo que la mayoría buscamos con todo ese desarrollo personal es el mejorar y autosuperarnos. Afrontar esos miedos, eliminar esos bloqueos, identificar nuestros obstáculos y llenar ese vacío.

Pero hay una diferencia entre "autosuperación" y "autodescubrimiento". La "autosuperación" parte de la premisa de que eres un ser incompleto y que necesitas llenar un vacío en tu personalidad. Y por desgracia, desde la perspectiva de la "autosuperación", ese camino se convierte en una lucha, un ideal, al que nunca llegamos en realidad. Encadenamos un libro con otro, nos apuntamos al próximo seminario, pero nunca llegamos más que a una satisfacción temporal que pronto necesita de una nueva "dosis" de "mejora".

El "autodescubrimiento" asume que ya eres todo y que tu propósito es conocer y manifestar más de ti. No hay nada roto, eres un SER como decimos en coaching "CREATIVO, COMPLETO Y LLENO DE RECURSOS". Recordar eso a las personas con las que nos relacionamos es el mayor aprendizaje y regalo que podemos hacerles. Como dice Benjamin Israeli, "lo mejor que podemos hacer por otro no es sólo compartir con el nuestras riquezas, sino mostrarle las suyas". Y recordárnoslo a nosotros es la diferencia entre la satisfacción momentánea y la verdadera satisfacción.

Por esas cosas del "destino" he visto este vídeo que quiero compartir con vosotros. Se titula "el cazo de Lorenzo".



Todos tenemos al igual que Lorenzo nuestros cazos, lo que nos nos gusta de nosotros y nos gustaría cambiar. Pensamos en ellos cada día y nos enfocamos con demasiada frecuencia en nuestro cazo queriendo desprendernos de el. Y es inútil. No estamos aquí para descubrir la causa de nuestra patología, ya hemos emprendido ese viaje oscuro demasiadas veces. Conocemos nuestros problemas muy bien, somos expertos, tenemos un trato intimo con nuestra enfermedad. Lo que tenemos es que familiarizarnos con nuestra Divinidad, nuestro SER. El SER no es algo que tengas que construir a base de otro seminario o algo que vayas a descubrir en un libro, el SER no es algo en formación o en tránsito. El SER es algo que YA ES, que siempre ha estado ahí y que solo está esperando a que lo "descubras" y lo "manifiestes". Todas la experiencias de nuestra vida están ahí para permitirnos ser y mostrar esas cualidades del ser, para experimentarnos como abundantes, creativos, generosos, cariñosos, etc.

Dice Alan Cohen en su libro "Siempre estuvo en mí":

"El sentido de nuestra vida no es pelear contra el mal y la desgracia, es poner la grandeza al descubierto." 

Y en ese camino de "autodescubrimiento" afortunadamente nos vamos encontrando personas, libros y seminarios que nos ayudan recordándonos quienes somos y que no tenemos nada que arreglar.

© Iciar Piera Iglesias