miércoles, 27 de octubre de 2010

La "sombra" me persigue


  
"Si alguien me despierta aversión o si me sorprendo ignorando o evitando a alguien en un grupo, probablemente estoy huyendo de un rasgo mío que esa persona exhibe. Si algo que tú haces me irrita quiere decir que tu falta también es la mía. La crítica que me hiere es aquella que hace resonar mi propia condenación." Hugh Prather

Desde que vi la película de Debbie Ford, "El efecto de la sombra", quería compartirla con vosotros. Y esta semana, por esas "casualidades" de la vida he tenido la sensación de que la "sombra" me persigue. Me explico. El lunes tenía pensado escribir esta entrada y para relajarme decidí irme al starbucks a tomar un café mientras lo escribía. Me senté, como suelo hacerlo, cerca de la ventana y me puse a leer algo que tenía que preparar para luego dejar tiempo para la escritura. En la mesa de al lado estaban dos chicas sentadas una enfrente de la otra. Hablaban un poco alto y dado que soy "cotilla", empecé a interesarme por su conversación.

Una de las chicas hablaba, con bastante enfado, de su madre. Le molestaba que fuese tan "controladora", que siempre que la llamaba o iba a verla le preguntase que había hecho, con quien había estado. Decía que parecía un sargento al que había que darle el parte.

Su amiga la escuchaba y en un momento dado le dijo, con cierta mano izquierda, que ella también era controladora. Que cuando llegaba al trabajo siempre preguntaba a las compañeras que habían hecho el fin de semana, que donde habían comprado la chaqueta que llevaban, e incluso que esta mañana le había comentado a ella que hacia dos días que no veía su coche cerca de su casa y que si no había dormido en casa.

Que decir tiene que la primera chica cuando oyó la palabra "controladora" trataba de justificar su comportamiento, con uñas y dientes, ya que por su energía y tono de voz se notaba que el que alguien pudiese pensar que era "controladora" era algo que la sacaba de quicio. Ella "no era controladora" decía. Ella se preocupaba por los demás. Si preguntaba donde habías estado el fin de semana, era para interesarse por ti. Si quería saber donde habías comprado algo era porque quería comprárselo ella y el tema del coche era simplemente una anécdota.

Resulta curioso que ella viese sus comportamientos como "preocuparse" ó "interesarse" y sin embargo no viese que esa podía ser la razón de la forma de actuar de su madre.

Como digo, cada vez que la segunda chica le decía que ella creía que si que era "controladora" la primera se ponía a la defensiva, de forma un tanto agresiva, y trataba por todos los medios de hacerle entender a su amiga que ella "no era así".

La sombra es lo que no nos gusta de nosotros, seamos conscientes de ello o no como en el caso de la chica del starbucks. Lo que más odiamos en los demás, como dice la frase que encabeza esta entrada, es algo nuestro que nosotros no vemos y que por lo tanto proyectamos en los demás. Esto es lo que se denomina la técnica del espejo.

Si te das cuenta uno no puede verse a si mismo hasta que se pone delante de un espejo. Cuando estás delante del espejo ves realmente tu imagen. De igual forma las personas de nuestro entorno están constantemente reflejándonos partes de nosotros que nosotros no vemos en nosotros o no reconocemos por tenerlas "asociadas" a algo negativo. En el caso de la chica del starbucks su madre le reflejaba su parte "controladora" pero como ella tenía asociada esa cualidad a algo negativo no la aceptaba en ella. Ella "no era así". Siempre que decimos que "yo no soy así", nos estamos proyectando. Sorpresa

Cuando tú te pones delante del espejo y no te gusta tu imagen, no le pides a la imagen que cambie su aspecto. Si te ves gorda no te pones a regañar al espejo y le empiezas a decir: "¡A ver cuando dejamos de ir al starbucks!". Ruborizado Sabes que si quieres que tu imagen sea diferente la que tienes que cambiar eres tú.

Lo mismo ocurre con la proyección con las personas de nuestro entorno. Si no nos gusta lo que vemos, tenemos que identificar la cualidad que nos proyectan, reconocerla en nosotros, ver donde nosotros estamos actuando como ellos y aceptar esa cualidad en nosotros. Sólo así conseguiremos que la imagen, la proyección cambie.

En otra entrada explicaremos cómo se trabaja con la "sombra" y la "técnica del espejo". Requiere un poco de práctica y sobretodo graaaaaaaaaaaaandes dosis de sinceridad con nosotros mismos.

Si algo de lo que has leído en esta entrada hace que tus resortes salten y empieces a "moverte en la silla" ó a "justificar" que eso no es así o que tú no eres como tu madre, compañera de trabajo, marido, etc., mira un poco más profundamente. Tu propia "negación" es un indicador de que ahí existe algo importante para ti. Una cualidad que necesitas integrar y que esa persona, que es un GRAN MAESTRO, te está ayudando a re-conocer.

Date cuenta que siempre que señalas a alguien hay tres dedos que apuntan hacia ti. Guiño

Te recomiendo dos libros muy interesantes sobre este tema. El primero es de Debbie Ford, coach americana especializada en la "sombra" y autora también de la película que aparece abajo y que te recomiendo encarecidamente que veas. El libro se titula "El secreto de la sombra". El segundo libro me lo regaló ayer una clienta (gracias Inés, ¡tengo unos clientes muy generosos!) y se titula: "La ley del espejo".

Que disfrutes de la película....



© Iciar Piera Iglesias

miércoles, 20 de octubre de 2010

Empuja la pared



"En lo profundo del invierno finalmente aprendí que dentro de mi existe un verano invencible" (Albert Camus)
La semana pasada tenía la primera cita con una chica que estaba interesada en el coaching. Era la última hora de la tarde y cuando se sentó y empezó a hablar lo único que le oí decir fue, "no se lo que quiero", "no se..", "no se...". Ante cualquier pregunta que le hacia la respuesta automática era "no se".

Suelo ser bastante radical con los "noseadictos", en mis sesiones de coaching está prohibido utilizar la frase "no se". Cada vez que decimos "no se", le damos una orden a nuestro cerebro para que se cierre y no siga buscando.

Se lo comenté pero aún así percibía que no tenía energía, casi no la oía de lo bajo que hablaba. En mi mente no dejaba de aparecer la imagen de una pelota de goma a la cual le has quitado el tapón y se va desinflando lentamente.

Entonces decidí jugar con lo que en coaching llamamos la "geografía". Sabemos que la mente sigue al cuerpo y cada estado de ánimo está asociado a una determinada postura corporal, un determinado tono de voz y un lugar en el espacio. La geografía de esta chica me estaba mostrando que se sentía sin fuerzas. A veces cambiar la geografía del cliente es suficiente para que cambie su actitud automáticamente.

Le pedí que se pusiese de pie delante de mi y que juntásemos nuestras manos. Y le pedí que me empujase con todas sus fuerzas. Al principio le chocó y le costaba pero más rápido de lo que se esperaba empezó a empujar con fuerza. Yo me resistía pero ella seguía empujando con fuerza mientras que su cara iba cambiando, se iluminaba y aparecía una gran sonrisa. Su energía cambió automáticamente cuando se permitió conectar con esa fuerza interior que todos tenemos.

Ayer tuvimos la segunda sesión y me comentó que el ejercicio de empujar le había ayudado mucho, tanto que lo practicaba cada día. Y como no tenía a nadie a quien empujar, empujaba la pared. Se ponía frente a la pared y la empujaba con todas sus fuerzas hasta que sentía ese poder y se sentía mucho mejor.

Y no solo eso, cuando fue a tomar el café con una de sus compañeras que no estaba pasando un buen día y se quejaba constantemente le dijo: "ponte en frente de mi, junta tus manos con las mías y empuja mis manos". Al final de esa jornada su compañera le envió un mail para darle las gracias porque después de su encuentro se había sentido mucho mejor.

Todos tenemos una gran fuerza dentro, fuerza que cuando estamos en situaciones límites sale e incluso hace que seamos capaces de levantar un coche si tu hijo está debajo. Cuando nos sentimos tristes, sin fuerzas, sin ilusión, cuando nos sentimos víctimas de las circunstancias o de las personas, conectar con esta fuerza no sólo es necesario: es VITAL, porque nos devuelve la vida y la sonrisa.

Así que te propongo un juego: si te sientes sin ánimo, decaído o víctima de las circunstancias o de las personas de tu alrededor, si sientes que no tienes fuerzas para seguir avanzando en la dirección de lo que quieres o si no sabes lo que quieres, empuja la pared y me cuentas como te sientes después.

Hoy en lugar de quejarte, empuja la pared. No les des el poder a los demás...lo necesitas para moverte en la dirección de tus sueños. : )

Empuja, empuja y sigue empujando hasta que conectes con ese poder interior. Te aseguro que está ahí esperando por ti.

"Solo el que ensaya lo absurdo es capaz de conquistar lo imposible" (Miguel de Unamuno)

© Iciar Piera Iglesias




miércoles, 13 de octubre de 2010

Aqui nadie usa zapatos


"La actitud mental positiva es ver oportunidades donde otros sólo pueden ver dificultades" Walter Salama
Cuentan que hace unos años, un país de los llamados "desarrollados", estaba en una situación difícil y decidió que había llegado el momento de ampliar fronteras. Ese país era bueno fabricando zapatos así que decidieron hacer un estudio de mercado de cara a exportar sus productos, que eran los mejores de la zona, a otros continentes. Para ello decidieron enviar a dos de sus mejores gerentes de venta a zonas diferentes del mismo país, en vías de desarrollo, con el fin de ver como estaba el mercado y analizar las posibilidades de crecimiento que ofrecían.

El primer vendedor viajó hasta ese país y empezó a trabajar minuciosomente analizando las necesidades de la población. Al cabo de diez días y tras una exhaustiva investigación de mercado envió un fax a la gerencia de su empresa en el que ponía: "Señores, cancelen el proyecto de exportación de zapatos. Aquí nadie usa zapatos".

Al mismo tiempo, el segundo vendedor y después de un exhaustivo trabajo de campo envía un fax a la gerencia en el que ponía: "Señores, tripliquen el proyecto de exportación de zapatos. Aquí todavía nadie usa zapatos".


La capacidad de ver oportunidades no es algo con lo que uno nazca, aunque algunas personas estén más predispuestas para ello que otras. Como todo en la vida es algo que podemos entrenar. Las situaciones son "neutras", nosotros les damos el significado y las juzgamos como positivas o negativas. Aprender a preguntarse cual es la "oportunidad" que esta situación me brinda , sobretodo cuando la situación es una de las que denominamos negativas, nos abre todo un mundo de posibilidades. Nos devuelve nuestro poder al dejar de ser víctimas de las circunstancias.

Como decía también Walter Salama: "aunque yo no sea el culpable de mis problemas si soy el responsable de las soluciones". Y estas pasan por enfocarnos en las oportunidades más que en las dificultades.

¿Eres de los que se enfocan en las dificultades o de los que buscan las oportunidades?

© Iciar Piera Iglesias