lunes, 10 de diciembre de 2012

Inspiración



La palabra "inspiración" significa "recibir el aliento". Cuando pedimos inspiración permitimos que esa parte sabia que somos tome el control de nuestra vida. Permitimos que la energía del universo fluya a través de nosotros y nos convertimos en un canal para lo divino.

"Cuando estás inspirado por algún gran propósito, inspirado por algún proyecto extraordinario, todos tus pensamientos rompen sus ataduras.

Tu mente trasciende limitaciones, tu consciencia se expande en todas direcciones y te encuentras a ti mismo en un nuevo, gran y maravilloso mundo.

Fuerzas, facultades y talentos adormecidos se despiertan y te descubres a ti mismo como una gran persona, mucho más allá de lo que jamás hubieras soñado ser."

Patanjali

No nos engañemos, no sabemos nada. No podemos saberlo ya que nuestra parte consciente solo puede procesar una parte muy pequeña de lo que existe. Dejemos de intentar resolverlo todo solos. Pidamos inspiración. Dejemos que nuestro Espíritu hable a través de nosotros y nos muestre el camino, la opción, la solución que más nos ayude en este momento de nuestra vida.
 
Simplemente tenemos que ser conscientes de unos pasos:
 
1. Cambia la conciencia sobre ti mismo. Reconoce que tú "yo pequeño" no sabe pero que hay una parte de ti, tu "Yo Grande" que sí que sabe. Como decía el maestro Yoda: "Seres luminosos somos, no este pedazo de cuero tosco".

2. Pide "inspiración". La inspiración puede ser una idea para un nuevo artículo, algo que pueda ayudar a un cliente durante una sesión, la solución de algo que me preocupa, el ver una situación desde una nueva perspectiva. Lo que sea. Como dice un Curso de Milagros, no existe tamaño para los milagros. Recuerda que esa parte de nosotros está deseando prestarnos su ayuda.

3. Confía en que la repuesta vendrá, puede que no de la forma que esperabas así que ¡suelta las expectativas!

4. Ríndete, esta parte es la que nos suele costar más. Deja de preocuparte, tu emoción solo puede interferir en que la respuesta te llegue. Imagínate que estas esperando una llamada urgente, algo que tienes muchas ganas de recibir y al mismo tiempo sigues hablando por teléfono. Esa persona no se podrá poner en contacto contigo hasta que no cuelgues el teléfono. Así que cuando pidas inspiración, deja de "comunicar". Cuelga el teléfono mental. No eres tú el que tiene que buscar la solución, si lo haces seguirás interfiriendo mentalmente.  

5. Ten paciencia. Vuelve a confiar en que la respuesta llegará en el momento perfecto.

6. Abre tus antenas. La respuesta a lo que pides puede llegar a través de diferentes medios. Puede ser algo que leas, algo que escuches, alguna idea que aparece en tu cabeza, un sentimiento, un impulso para hacer algo. Hay multiples forma en que tu maestro interior, ese "Yo Grande", puede hacerte llegar el mensaje. Puede utilizar a algún familiar, o a algún extraño con el que te cruces. Simplemente hay que mantenerse atento a esos pequeños guiños. La mayor parte de las veces cuando creemos que no estamos recibiendo una respuesta es porque no tenemos la suficiente paciencia, esperamos que aparezca de una determinada forma o no estamos lo suficientemente atentos y se nos escapan.

7. Sigue la señal. Llevar una vida inspirada no siempre implica que tu vida será happy, happy. Tu maestro interior en ocasiones te empujará a salir de tu zona de confort, confrontar esos miedos, jugar a lo grande. Puedes seguir engañándote y confiando en tu miedo, o puedes dar un paso al frente y seguir a tu corazón. Eso sólo depende de ti. En ocasiones cuando pedimos inspiración, en el fondo lo que estamos pidiendo es un atajo. Sabemos lo que tendríamos que hacer pero no nos atrevemos y buscamos a ver si hay alguna otra alternativa. La diferencia es este caso no está en que no sabemos que hacer, sino en que no hacemos lo que sabemos que tenemos que hacer. Si este es tu caso, respira hondo y da el primer paso. No estás sólo en esta aventura. Como dice el Curso de Milagros: "Si supieras quien camina a tu lado por la senda que has escogido, sería imposible que pudieses experimentar miedo".

Hace unos meses un amigo se estaba planteando la duda de si quedarse en Madrid o irse. Iba en el metro con la idea en la cabeza y de repetente levantó la vista. En ese momento reparó en un cartel en el que antes no se había fijado. Se trataba de un texto de un libro que estaba en la pared de enfrente. ¿Sabéis cual era el título de ese texto? ADIOS MADRID. Guiño

Como decíamos en otra entrada, la ayuda siempre está aquí.






4 comentarios:

MINGUI dijo...

Muchas Gracias de nuevo Iciar. Cada vez te superas más . Cuando veo el logo con una nueva entrada tuya se me alegra el
Alma

Iciar Piera Iglesias dijo...

Gracias de nuevo Domingo por tus cariñosas palabras que me animan a seguir compartiendo en este espacio. Un abrazo, Iciar

Rosa dijo...

Que a tiempo... justo cuando estaba buscando algo de "inspiración" jeje. Gracias!
Rosa.

Iciar Piera Iglesias dijo...

Hola Rosa, me encantará conocer tu experiencia cuando pongas en práctica estos sencillos pasos. Un abrazo, Iciar