Hace unas semanas estuve en un curso de coaching en Barcelona. A parte de la experiencia en si que fue inspiradora, hubo una cosa que me sorprendió y me gustaría compartir con vosotros.
El primer día del curso nos pusieron una etiqueta con la palabra "fallo" y nos instaron a conseguir marcar. Cuantas más marcas, más fallos, mejor.
Tengo que confesar que eso me inquietó. Para mi un fallo es algo negativo. ¿Cómo iba a celebrar un fallo? ¿Cómo iba a celebrar hacer algo mal?
Cuando tenemos miedo a fallar, a equivocarnos, solemos actuar dentro de los parámetros de lo conocido. Cuando tenemos miedo a fallar no arriesgamos. Hacemos lo que siempre hemos hecho de la forma que siempre lo hemos hecho.
El reto de celebrar tus fallos es animarte a arriesgarte. Cuanto más te arriesges, más te equivocarás. La medida de tus fallos habla de tu capacidad para arriesgarte, para hacer cosas diferentes, para cambiar, para salir de tu zona de confort. Los japoneses llaman a los fallos "invertir en pérdidas". De hecho en el tai-chi se alaba la pérdida en el combate porque conduce al aprendizaje.
¿Cuando nos equivocamos más, cuando arriesgamos y hacemos algo diferente o cuando permanecemos en nuestra zona de confort a pesar de ser una cárcel por miedo a equivocarnos?
"Para descubrir y vivir el propósito de la vida es necesario arriesgarse en territorios inexplorados"
1 comentario:
que buen ejercicio el de celebrar nuestras fallas, al celebrarlas vemos mejor el error asi que no se nos olvidara y aprendemos mas de el.
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