He llegado por fin a lo que quería ser de mayor: un niño. Joseph Heller
Una de las tradiciones que más disfrutaba cuando era pequeña y se acercaban estas fiestas Navideñas era el "calendario de adviento". Para aquellos que no lo conozcan se trata de una tradición muy conocida en Estados Unidos y en los países del norte de Europa, y que mi padre "importaba" de sus viajes. Consiste en un mural, normalmente de cartón, que muestra algún motivo navideño: un árbol, una casa o una escena de navidad, con 25 ventanitas o puertas que representan los días anteriores a la Navidad. Cada día, empezando el 1 de diciembre, hay que abrir el recuadro correspondiente a ese día y descubrir de esta forma el "regalo" en forma de dibujo, cita, algo que hacer o en los más actuales chuches y chocolatinas, y esperar al día siguiente para poder abrir el siguiente.
A pesar de que nuestra impaciencia en ocasiones nos impulsaba a querer abrir todas de golpe, teníamos que armarnos de paciencia y abrir sólo la correspondiente a ese día. Así que cuando nos levantábamos lo primero que hacíamos era ir al calendario y descubrir que sorpresa nos había tocado.
A pesar del tiempo que ha pasado todavía recuerdo la ilusión que sentíamos al despertar e ir raudos a descubrir nuestro regalo con la convicción de que al día siguiente tendríamos otro esperando por nosotros.
Esta semana pensando en esta anécdota tuve una idea. ¿Por qué cuando crecemos tenemos que perder esa capacidad de ilusionarnos y dejarnos sorprender por los "regalos" que la vida nos depara? Yo me niego a perder esa mirada infantil que algunas personas califican de manera "despectiva" como algo poco serio, pero que yo considero todo un "halago".
Así que he ideado el siguiente juego que quiero compartir con vosotros: CREAR NUESTRO PROPIO CALENDARIO DE ADVIENTO. Para ello sólo vamos a necesitar una cartulina del color que te guste o un folio que dividiremos en 25 recuadros, cada uno correspondiente a un día, del 1 al 25 de diciembre.
El objetivo es que empezando el próximo miércoles y durante los próximos 25 días vamos a levantarnos con la "clara intención" de estar abiertos a recibir un regalo. Y en cuanto lo descubramos, lo apuntamos en la casilla correspondiente. Un regalo mínimo por día. Puede ser cualquier cosa que os despierte una sonrisa: una llamada de alguien querido, que os inviten a un café, una sonrisa anónima, lo que sea. Sólo hay tres requisitos: mantener la intención al levantarnos, estar con las "antenas" bien enfocadas para captarlo y dar las gracias por cada uno de los que recibamos.
Al final del día tiene que haber algo escrito en la casilla correspondiente. Y si no has encontrado nada, puede ser una de dos. O bien no has estado lo suficientemente atento, en cuyo caso puedes preguntarte: Si hoy hubiese recibido un regalo que me haya pasado desapercibido, ¿cual sería? O bien puede ser que estés intentando "controlar" los regalos (por ejemplo que alguien haga algo que esperas) ó que tus expectativas sean tan elevadas que existan más probabilidades de que no se cumplan que de que lo hagan.
Y aunque lo ideal es que el regalo sea "sorpresa", también vamos a tener 5 comodines "por que yo lo valgo" que podemos canjear por algo que nos apetezca y nos regalemos a nosotros mismos durante ese día (una hora sin niños, un partido con los amigos, un masaje, algo que deseemos hacer simplemente por nosotros).
¿Está claro? ¡Pues manos a la obra!
¡Yo ya estoy deseando que llegue el miércoles para recibir mi primer regalo!
A pesar del tiempo que ha pasado todavía recuerdo la ilusión que sentíamos al despertar e ir raudos a descubrir nuestro regalo con la convicción de que al día siguiente tendríamos otro esperando por nosotros.
Esta semana pensando en esta anécdota tuve una idea. ¿Por qué cuando crecemos tenemos que perder esa capacidad de ilusionarnos y dejarnos sorprender por los "regalos" que la vida nos depara? Yo me niego a perder esa mirada infantil que algunas personas califican de manera "despectiva" como algo poco serio, pero que yo considero todo un "halago".
Así que he ideado el siguiente juego que quiero compartir con vosotros: CREAR NUESTRO PROPIO CALENDARIO DE ADVIENTO. Para ello sólo vamos a necesitar una cartulina del color que te guste o un folio que dividiremos en 25 recuadros, cada uno correspondiente a un día, del 1 al 25 de diciembre.
El objetivo es que empezando el próximo miércoles y durante los próximos 25 días vamos a levantarnos con la "clara intención" de estar abiertos a recibir un regalo. Y en cuanto lo descubramos, lo apuntamos en la casilla correspondiente. Un regalo mínimo por día. Puede ser cualquier cosa que os despierte una sonrisa: una llamada de alguien querido, que os inviten a un café, una sonrisa anónima, lo que sea. Sólo hay tres requisitos: mantener la intención al levantarnos, estar con las "antenas" bien enfocadas para captarlo y dar las gracias por cada uno de los que recibamos.
Al final del día tiene que haber algo escrito en la casilla correspondiente. Y si no has encontrado nada, puede ser una de dos. O bien no has estado lo suficientemente atento, en cuyo caso puedes preguntarte: Si hoy hubiese recibido un regalo que me haya pasado desapercibido, ¿cual sería? O bien puede ser que estés intentando "controlar" los regalos (por ejemplo que alguien haga algo que esperas) ó que tus expectativas sean tan elevadas que existan más probabilidades de que no se cumplan que de que lo hagan.
Y aunque lo ideal es que el regalo sea "sorpresa", también vamos a tener 5 comodines "por que yo lo valgo" que podemos canjear por algo que nos apetezca y nos regalemos a nosotros mismos durante ese día (una hora sin niños, un partido con los amigos, un masaje, algo que deseemos hacer simplemente por nosotros).
¿Está claro? ¡Pues manos a la obra!
¡Yo ya estoy deseando que llegue el miércoles para recibir mi primer regalo!
© Iciar Piera Iglesias
PD: Si estás pensando en hacer uno para tu hijo, en este blog hay unas ideas muy bonitas que podrás hacer tú mismo y que le encantarán.
PD2: El dibujo de esta entrada es el calendario que ha hecho una lectora del blog (gracias Tamara) y que muy amablemente me ha enviado. ¡Es precioso! Ha sido mi "regalo" del día 2.
PD2: El dibujo de esta entrada es el calendario que ha hecho una lectora del blog (gracias Tamara) y que muy amablemente me ha enviado. ¡Es precioso! Ha sido mi "regalo" del día 2.
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7 comentarios:
¡Que idea más buena!, aunque yo no he vivido esa tradición, me apunto a la propuesta.
La verdad es que yo soy más de Reyes Magos........ sin embargo, este año además, tendré 25 días de regalos.
Gracias Iciar me parece una propuesta divertida.
Un abrazo,
Luchy
Hola Luchy, yo también soy de los Reyes Magos pero esto es diferente y por supuesto no son excluyentes. : )
Me alegra que te haya gustado la propuesta. Iremos compartiendo los "regalos". Lo importante de este ejercicio es ser consciente de que creamos lo que creemos y vamos a crear "abundancia" y "alegría" a través de nuestra "intención".
Un abrazo fuerte,
Iciar
Me parece una estupenda idea. Me apunto.
Será muy bonito leer el día 25 todo lo que he ido escribiendo.
Gracias por estas ideas tan bonitas
Yo también me uno. Me ha parecido una idea genial, me hace falta recuperar esa mirada de niño. Deseando que llegue el día 1, jejeje. Gracias!!
Ana, la cuenta atrás ya empieza mañana. ¡Que lo disfrutes! Como bien dices será muy bonito el 25 ver y leer todo lo que hemos ido apuntando. Me alegro que te haya gustado la idea.
Un abrazo,
Iciar
Tamara, gracias por tu "mirada de niña". Iremos compartiendo los regalos. La cuenta atrás ya está en marcha....
Un abrazo,
Iciar
Hola Iciar.
Genial idea, como me he enterado hay mismo, voy a hacer memoria de mi regalo y así seguir hasta el 25.
Gracias
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