miércoles, 17 de noviembre de 2010

El coach de Enrico Caruso



Cuentan que en cierta ocasión el gran tenor Enrico Caruso sufrió un ataque de miedo escénico. Los espasmos causados por el miedo intenso le provocaron una contractura en los músculos de la garganta. Sentía sus cuerda vocales paralizadas, inútiles. Se quedó entre bambalinas, ya vestido para actuar, con el rostro empapado en sudor. Se suponía que iba a salir a cantar al escenario en tan sólo unos momentos ante una multitudinaria y expectante audiencia.

Tembloroso dijo: "No puedo cantar. Se van a
reír de mí. Mi carrera está acabada".

Se
dio la vuelta para regresar a su camerino, pero de repente se paró y gritó: "Mi Pequeño Yo está intentando matar a mi Gran Yo".

Se giró hacia el escenario otra vez y se
irguió más alto. "Sal de aquí", ordenó, dirigiéndose a su Pequeño Yo. "EL YO GRANDE QUIERE CANTAR A TRAVÉS MIO".

Empezó a gritar: "¡Fuera, fuera, el Yo Grande va a cantar!". Cuando sonó la llamada, salió al escenario y cantó de forma
majestuosa y gloriosa. Cautivó a la audiencia.

¿Te suena? Todos en algún momento de nuestra vida hemos sufrido una situación parecida. Nos disponemos a hacer algo nuevo, o damos un paso hacia lo que nuestro corazón desea y entonces nos quedamos paralizados. Hay una vocecita saboteadora que empieza a recordarnos lo inútil de nuestra acción, las veces que lo hemos intentado ya y hemos fallado, que no tenemos dinero, no somos capaces, puedes hacerlo mejor. Puedes poner aquí tu propia historia que es lo que esa voz te cuenta para disuadirte de SER GRANDE y mantenerte dentro de tu "zona de confort".

Mis clientes de coaching la conocen muy bien y en el coaching Co-Activo la llamamos los Gremlins.

Cuando el Gremlin aparece como en el caso de Caruso, con su diálogo interno, nos paralizamos y dejamos que nuestro Yo Pequeño mate a nuestro Yo Grande. Le escuchamos, seguimos su consejo y nos paramos o damos marcha atrás cuando nos había costado tanto darnos ese empujón.

Durante mucho tiempo no escribía mucho en este blog porque mi "Señorita Sádica" que es mi Gremlin perfeccionista siempre me decía que no sabía escribir, que no era original, que podía hacerlo mejor, bla, bla, bla. Mi "Señorita Sádica" es una mujer joven y guapa vestida de cuero negro al estilo de cat woman con un látigo que mueve con una gran destreza. Cuando está presente mi creatividad y mi libertad de expresarme se paralizan ya que nunca podré llegar a su nivel de exigencia. Cuando esa energía está presente, me pongo tensa e incluso me empieza a doler la cabeza. Me recrimino, y suelo abandonar. Enfadado

Pero me encanta escribir y me encanta compartir con la gente lo que considero que puede ayudarles a crecer. Me encanta aprender y no hay más forma de aprender que equivocándose, algo que por supuesto mi "Gremlin" no permite: "Antes muerta, que equivocarse".

Siguiendo el ejemplo de Caruso, mi Yo Grande quiere escribir y compartir y hacerlo cada vez mejor pero para eso necesito ¡HACERLO!

Así que al igual que he hecho yo y muchos de mis clientes, cuando aparezca esa vocecita o vozarrón que pretende disuadirte de hacer lo que tu corazón anhela, ponte de pie (ya sabes que la mente sigue al cuerpo) y en voz alta grita: "Cállate, Mi Yo Grande quiere escribir, o cantar, o ser feliz, o diseñar, estudiar, puedes añadir lo que realmente quieras. ¡Fuera, fuera, mi Yo Grande va a expresarse!".

Tu Yo Grande quiere que BRILLES, DESTAQUES y SEAS LO MÁS FELIZ POSIBLE. Ese es el verdadero sentido de nuestra existencia, cada día dejar salir un poquito más de ese Yo Grande. Escucharle y expresarle, e ir elevando el volumen de esa voz. Sólo eso conseguirá que cuando el Yo Pequeño aparezca con su historia, el volumen de tu Yo Grande sea tan elevado que casi no le escuches.

¡Mi Yo Grande quiere compartir a través de la escritura y hoy está feliz!

¿Quien dirige tu vida, tu Yo Grande o tu Yo Pequeño?

Por cierto, ¿quién sería el coach de Enrico Caruso? Guiño

© Iciar Piera Iglesias




8 comentarios:

Luchy dijo...

Pues a mi Yo pequeño, ya casi le tengo cariño, viene y le escucho un poquito para reconocer que es el, le sonrío levemente y pacientemente luego le digo ¡ala majo a dormir! y entonces la leve sonrisa se convierte en una amplia sonrisa de oreja a oreja. Y como es muy listo, me da la sensación que insiste en sus mensajes a través de otras personas...je, je me encanta! porque enseguida lo reconozco.

Gracias Iciar por tu entrada, espero que tu Yo grande pueda y sigas escribiendo ¡me gusta mucho!
Luchy.

Anónimo dijo...

Hola Icíar,

La verdad es que hace poco que sigo tu blog, pero me encanta y espero que continúes desoyendo a ese Gremlin y compartiendo tus reflexiones con nosotros. Además, ya sabemos aquello de ¿quién decide que ésto o eso es más o menos original, bueno, interesante?... Y al fin y al cabo, si te apetece comentar, escribir...¿quién dice que tengas que ser Mario Vargas Llosa?. Es tu expresión y al crítico interior (o Gremlin :) creo que hay que escucharlo, valorarlo y luego decidir qué hacemos, sin que nos limite avanzar. Saludos y felicidades

Iciar Piera Iglesias dijo...

Hola Luchy, siempre es un placer leerte en este espacio. Tú ya eres una experta en el manejo del Gremlin ;)
Como bien dices en ocasiones el Gremlin adopta la personalidad de personas de nuestro entorno para transmitirnos los mensajes de "miedo" y "limitación". En el fondo los demás no son más que un reflejo de nosotros mismos y nos dicen en alto lo que nosotros nos decimos interiormente. : )

Mi Yo Grande quiere seguir escribiendo y compartiendo y asi será!

Un abrazo fuerte "campeona" : )

Iciar Piera Iglesias dijo...

Hola Anónimo, siempre es un placer saludar a nuevos lectores del blog. Gracias por tus palabras sobre mis reflexiones, me alegro que te gusten y espero seguir leyéndote por este espacio.

Como bien dices no tengo porque ser Mario Vargas Llosa, me conformo con ser Iciar Piera. : )

Un saludo,
Iciar

Chelo dijo...

Hola Iciar!! que bien que gane tu Yo Grande y sigas escribiendo, tus palabras, los pensamientos que expresas a través de ellas llegan a las personas que te siguen y siempre son, al menos para mí lo han sido, una oportuna ayuda!... que cantidad de trampas y manejos sufrimos de parte del yo pequeño, pero al hacernos conscientes de que el Grande tiene más poder porque es nuestra verdadera Esencia y al dejarlo expresarse estamos "Siendo", nada, nada, puede contra ël... que maravilla y que regalo de la Vida que así sea!!!

Iciar Piera Iglesias dijo...

Hola Chelo, efectivamente cada día que expresamos y actuamos desde ese Yo Grande estamos apostando por nosotros mismos. Y cuando actuamos desde el SER sentimos la alegría de la vida y todo se vuelve fluido.

Gracias por compartir en este espacio.

Un abrazo,
Iciar

Anónimo dijo...

Carito: Realmente me encantan sus historias creame que hoy creí que hoy no era un gran día pero al leer todo esto me hace cada vez mas fuerte para afrontar mis sentimientos y enfocarme en lo que realmente quiero....que Dios la bendiga.....

Iciar Piera Iglesias dijo...

Gracias Anónimo!