miércoles, 29 de junio de 2011

Espera un milagro cada día

"Hay dos formas de ver la vida; una es creer que no existen milagros, la otra es creer que todo es un milagro" Albert Einstein
Una de las cosas que más me gustan es experimentar señales y sincronías en el día a día. Todos, como decía la entrada anterior, las experimentamos constantemente. Lo que no todos somos es "conscientes" de ellas.

Una de las frases más utilizadas en estos momentos que estamos viviendo es "Pide y se te Dará". Es decir que siempre que pedimos algo, lo recibimos. Lo curioso en que no siempre aparece en la forma en la que lo pedimos... En otra entrada hablaremos de este tema.

Las señales son como los paneles indicativos de las autopistas, nos indican si vamos en la dirección correcta o si por el contrario nos hemos salido del camino.

Llevo un registro de las "coincidencias" que me suelen ocurrir en el día a día y cuando hay algún día en el que no recibo alguna, para mi es un indicativo de que tengo que estar más "despierta" y "atenta".

Otra de las frases que todos hemos oído cientos de veces es que NO ESTAMOS SOLOS. En ocasiones nos olvidamos de ello y sufrimos, nos sentimos aislados, abandonados, etc. Pero es cierto que no estamos solos y que siempre que pedimos algo lo recibimos, aunque como decía no siempre aparece en la forma en la que lo hemos pedido lo cual nos despista.

Una de las sincronías más increíbles que he vivido tuvo lugar cuando fui a trabajar a Bruselas con una beca después de acabar la carrera. Mi estancia era en una empresa química belga. El primer día, con los nervios habituales de los comienzos (y más en otro país y otra lengua), iba con mi Currículum para presentarme. Llego a la empresa, situada en el centro de Bruselas, nerviosa y entro en la recepción. No veo a nadie. Así que decido esperar un poco a que venga alguien. De repente alguien sale de debajo del mostrador, ¡literal! Es una chica, así que supongo que es la recepcionista y le muestro mi currículum dando mi nombre y el de la persona con la que tenía que hablar. Cuando lee mi currículum veo que se sonríe. Yo pienso... ¿Qué le hará tanta gracia? Entonces me dice, en un español perfecto que si soy de Oviedo (no de España, de Oviedo). Le digo que si y me comenta que ella estuvo haciendo un intercambio cuando era estudiante en Oviedo (¡anda que no es pequeño el mundo!). Nos ponemos a hablar y me doy cuenta de que en mi clase estuvo una chica belga de intercambio. ¡Era ella!

Las dos nos quedamos alucinadas de la coincidencia....

Pero ahí no acaba la cosa. Ella no es la recepcionista, ella trabaja en esa empresa y estaba buscando algo que necesitaba. ¡Justo en el momento en que yo llego!

Hay gente que no cree en los milagros, yo si. Se que no hay casualidades, que todo lo que pasa tiene una razón. ¿Qué probabilidad hay de que te encuentres en Bélgica a una chica que años atrás estuvo de intercambio en tu mismo colegio, y en tu misma clase? ¿Y en Oviedo, que no estamos hablando de Madrid, Barcelona?

Se que "alguien" me puso a esa persona en ese momento para que me sintiese tranquila, una ayuda que me resultó por otro lado muy útil durante el tiempo que estuve en esa empresa.

Y tú, ¿has experimentado alguna coincidencia significativa? Si es así me gustaría que la añadieses en los comentarios. En estos tiempos de incertidumbre que estamos viviendo necesitamos ser conscientes y recordar que siempre tenemos ayuda, que no estamos solos y que las señales o las coincidencias nos ponen en contacto con el lado mágico de la vida.

"El mismo pensamiento de que suceden milagros nos da un poder extraordinario" Marianne Williamson







3 comentarios:

Chelo dijo...

Hola Iciar y a todos los que te siguen! creo que estar escribiendo en este momento este comentario es resultado de una cantidad de coincidencias y hechos que fueron ocurriendo a lo largo de mi vida.Me encantó la frase de Einstein con que encabezas este artículo,yo creo que todo es un milagro...Cuando cumplí los 40,agradecida por tantas cosas recibidas, pero aún buscando respuestas,le pedí a la misma Vida que pusiera en mi camino un guía para cumplir mi propósito vital,que seguía siendo para mí una incertidumbre...En ese tiempo teníamos una tienda de bicicletas y cuatro meses después de mi petición,pasó por ella un joven que quería unos repuestos...comenzamos a conversar y de una manera que todavía hoy me remueve profundamente por la cantidad de coincidencias que implicaba,nos puso en contacto con una enseñanza que cambió mi vida y respondió todas mis preguntas.Es poco lo que puedo trasmitir ahora,pero creo que la vida entera de cada persona es como una tela que se teje en una muy compleja trama de hechos y coincidencias casi ilimitadas...y claro que sí, pide y se te dará, busca y encontrarás!!

Iciar Piera Iglesias dijo...

Gracias Chelo por compartir tu experiencia en este blog. Comparto contigo la idea de que nuestra vida es una tela que se teje en una compleja trama de hechos y coincidencias cada ilimitadas...

Un saludo,
Iciar

Gerardo psicólogo dijo...

Hola Iciar, quisiera compartir contigo y con todos los que siguen tu blog mi experiencia de coincidencia, milagro, destino, azar o como queramos llamarle. Fue la forma en que conocí a mi mujer con la que llevo 22 años casado. Nos conocimos en el instituto cursando 1º de BUP. Resulta que yo dejé de estudiar cuando terminé 8º de EGB para trabajar y, cuatro años después empecé 1º de BUP, por otro lado mi mujer, que no dejó de estudiar, repitió 2 veces 1º de BUP. Todas estas circunstancias se tuvieron que dar para que nos conociéramos. Realmente ¿fue una coincidencia?. Yo creo que no. Como esta tengo otras coincidencias en mi vida que me hacen pensar que tenemos un guía que nos marca el camino a seguir. Para mí es Dios.

Un abrazo a todos y todas.
Gerardo Romero.